JESÚS dice: “Bienaventurados los mansos, porque heredarán
la tierra”.
PIER GIORGIO responde: Con
la violencia siembras odio y cosechas sus malos frutos. Con la caridad,
siembras paz entre los hombres, no la paz que el mundo ofrece, sino la
verdadera paz que solamente la fe en Jesucristo puede darnos hermanándonos los
unos con los otros.
Rezamos: Beato Pier
Giorgio, guíame para reclamar mi honrada herencia como un hijo de Dios y de su
Reino. Muéstrame, con tu propio ejemplo, cómo contener la furia, y a ser
paciente en mi trato con los otros. Ayúdame a comunicar la paz de Cristo
hablando con palabras de paz y viviendo una vida de paz.