"El comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a otros predicadores del Evangelio, a otros pastores o maestros.
Así organizó a los santos para la obra del ministerio, en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de Cristo." (Carta a los Efesios 4,1-13)
En esto hay un gran mensaje para nosotros dominicos. En ocasiones el arribismo y las ansias de sobresalir pueden nublar el entendimiento de nuestra labor en la Orden y en el mundo, así como el oficio que me ha sido designado.
El orden lo ha establecido Dios, y es para la mutua edificación. La cual nos ha de llevar al conocimiento pleno de la Verdad en la unidad, como hombres maduros y perfectos en Cristo Jesùs.
Me habla de humildad y prestar atención a lo que hacemos. Si en algo me ha dado Dios lucidez ha sido para entender que en mis flaquezas y torpezas se ha manifestado con su gracia, siendo que se glorifica en mis debilidades, no porque me haga super poderoso ni gran dotado, màs bien porque haciendo èl en mì su voluntad me purifica y sirve a bien de la Iglesia en su conforme deseo de salvarnos a todos. Esto me hace instrumento para mi bien y el de los míos. Lo único que debo hacer es quejarme menos y agradecer màs, Dios pone lo faltante. Luego, cumplir las labores de cada dìa con alegría y esfuerzo, aprovechando cada ocasión para hablar con Dios y de Dios.
No es caer en el conformismo, si padeces una enfermedad es menester procurar la salud, hablo en el orden de nuestra naturaleza humana, impaciente e inconforme, cuando las cosas no son según nuestro parecer.
La Iglesia se edifica así, con piedras vivas pero, contradictoriamente, pecadores. Este es el misterio de la Unidad. No es por vías de afecto o complacencia, màs bien, por medio de los sacramentos y la fe en Jesucristo que recibimos de estos.
Evangelizamos en la medida que somos testigos de Cristo en donde hemos de cumplir nuestra tarea de cada dìa. Ahi seremos sal y luz o bien, làmparas sin aceite y sal que no da sabor.
Josè Mendoza, OP