domingo, 17 de junio de 2018

Paràbola sobre el Reino de los Cielos

¡No trata del sembrador, no trata de la semilla, trata del hombre y en còmo la recibía! 
(Fray Christopher Mèndez, OP)

En la narración que este domingo nos ofrece el Señor, explica que el hombre no sabe cómo ni cuando la semilla crece, y èste (el hombre) interviene hasta que la planta crece y da fruto. 

Una de las pobrezas de la vida pastoral es creernos indispensables, sin nosotros las cosas no se pueden hacer, oh bien, "yo no las haría asì, sino mejor". 

En otras ocasiones vamos por ahi imponiéndo a los demás nuestra escala de moralidad, algo asì: "tu actitud no me gusta, entonces te echamos sin dar una explicación sobre tu pecado" (actitud elitista). 

Al fin y al cabo, todo viene de Dios, él hace crecer. Y nuestra vida no se trata de remontar cumbres de éxito, cuando que hemos sido llamado a servir. Y se sirve obedeciendo. La fe no es para vanagloria ni mostrar lo que valemos, es para compartir la vida, oír a todos, amar, perdonar, comprender, aceptar, y un gran ETC. Eso mismo que quieres para tì, has de dar a los demás. 

¡En còmo vas por la vida... luchando a cada dìa, sabiendo que somos como esa rama torcida pero que Dios con su amor endereza; hombres y mujeres para el mundo, aunque no seamos de este mundo, en tu capacidad de escucha, comprensión y perdòn... Y aun màs, en la disposición de ser otros Cristos... es la medida en que la fe ha dado fruto!. 

El momento, la manera y el medio lo ha dispuesto el Señor. No seamos obstinados, la mayor empresa no esta en fundar congregaciones, sino en construir la Iglesia en el diario vivir. 

Josè Mendoza, OP


domingo, 10 de junio de 2018

En la liturgia de Junio...

La liturgia del calendario de Junio nos presenta un bello panorama que no podemos pasar por alto. tomemos primero los Corazones de Jesùs y Marìa, ambos traspasados y por tanto corredentores de toda la humanidad. 
No hay màs que afirmar el misterio de la Encarnación tomando su carne de Maria, por lo que compartan el corazón y el sufrimiento. Del corazón de Jesùs brotan sangre y agua (Los Sacramentos y la Iglesia).

En esto ha consistido la voluntad del Padre, en que lleguemos al conocimiento de la Verdad en Cristo Jesùs que se ha hecho hombre semejante a nosotros en todo, menos en el pecado.


Luego la fiesta del precursor del Bautismo Sacramental, Sn. Juan Bautista. Dìcese que cuando Maria fue a casa de Isabel el niño en su vientre (Juan), ¡brincó!... esta fue la primer procesión del Corpus Christi


Y finalmente, la fiesta de los Apòstoles Pedro Pablo, pilares de la Iglesia en Hechos de los Apòstoles o también llamado El Evangelio del Espíritu Santo.

Definitivamente, en ocasiones sobran las palabras ante la majestuosidad de la Revelación dada Dios al hombre mediante la Iglesia Católica.



Quien tenga oídos para oír, que oiga.
Josè Mendoza, OP


domingo, 3 de junio de 2018

Algunas consideraciones sobre la Solemnidad del Corpus Christi


Siguiendo con el calendario litúrgico, quiero dar unas breves consideraciones en relación a esta Solemnidad del Corpus Christi tomadas de las lecturas correspondientes al domingo de hoy:

Primera lectura:

Luego, Moisès roció al pueblo con la sangre, diciendo: "Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, conforme a las palabras que han oído". 

Salmo Responsorial:

"Levantarè el cáliz de la salvación".

Segunda lectura:

"Cuando Cristo se presentò como sumo sacerdote que nos obtiene los bienes definitivos, penetrò una sola vez y para siempre en el `lugar santìsimo', a través de una tienda, que no estaba hecha por mano de hombres, ni pertenecía a esta creaciòn. No llevo consigo sangre de animales, sino su propia sangre, con la cual nos obtuvo una redención eterna."

Evangelio:

"En el primer dìa de la fiesta de los panes Àzimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual...`Tomen: esto es mi cuerpo`... `Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos`".

Reflexiòn:
No hace falta poner muchas flores en mis palabras, el Cuerpo de Cristo es el medio por el cual Dios ha querido salvarnos, sólo asì se entienden la Encarnación, la Inmaculada Concepciòn de Marìa, la Concepciòn Virginal, la vida misma de Jesùs, sus enseñanzas y la fundación de la Iglesia ("preparada en Israel" [LG 2]) con Pedro y los Apòstoles, hasta llegar a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. El cuerpo de Cristo encierra toda la divinidad y toda la humanidad, verdaderamente hombre y verdaderamente Dios en unión hipostática. Un mismo cuerpo humano con alma espiritual, con dos naturalezas y dos voluntades en perfecta armonía. Siendo que lo humano quiere lo que Dios y lo divino quiere lo que el hombre (comunicación de idiomas). 

Cada uno de nosotros pasamos a formar parte de este misterio del Corpus Christi al recibir los sacramentos, sobre manera la Eucaristía. Tener la vida divina y ser santo se comprende en la medida en que estamos íntimamente unidos al Santo de Los Santos. Por tanto, que nadie se enorgullezca por lo que hace tanto bueno como por lo mano, dado que viene de la gracia el querer y hacer el bien y es de nuestra naturaleza herida añorar y buscar el egoísmo. Para esto es que Dios se une con nosotros, pues se ha derramado en todos para ser la única y definitiva alianza que redime a toda la humanidad. 

¿Cuàl podría ser mi tarea para esta semana? Ver en los demás el Cuerpo de Crirsto ("alter Christus"), para servir, consolar y alegrar al Señor en nuestros hermanos. 

Josè Mendoza, OP