domingo, 26 de agosto de 2018

Palabras duras, pero que mueven conciencias

Las lecturas de hoy se pueden abarcar de la siguiente manera:

- ¿Si no les parece bien servir al Señor?, ¡decídanse!, ¿a quien van a servir? (1a lectura)

- Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano (2a lectura)


- ¿Esto os hace vacilar? (Jesùs)


¿Còmo promover la misión- evangelización desde la promoción humana particular y comunitaria? ¿Cuàl es el aporte específico de la Orden para la labor de la Iglesia?

Con una iglesia menos institucional y màs del encuentro con los demás... de la familia con los demás.
La misiòn es para ir a encontrar otras culturas, no siendo asì el dìa de hoy.
(fr. Bruno Cadorè, maestro de la Orden)

Segùn la Neo-vulgata, la palabra usada en el evangelio citado evoca la "dureza" de las palabras de Jesùs. Algunos discípulos se escandalizaron y lo dejaron; él encara a los restantes, y es precisamente Pedro el primero en dar la resolución sobre su pertenencia a esta comunidad: "A quien iremos si sólo tù tiene palabras de vida eterna".

A algunos nos les gustan los desplazamientos, salir de las seguridades de su criterio megalómano. A esas personas cualquier parenèsis les resulta en "duras palabras" y les hace vacilar en cuanto a sus valores y su testimonio, algunas veces incongruente con su discurso moralista. En cambio, otros ven en ellos una voluntad divina inmersa segùn su beneplácito, y cambian de vida y de actitudes. Labor del predicador es tocar conciencias, no caer bien.

Se puede ser centinela de la verdad si hay pluralismo, pero una opinión no es la verdad, y la verdad no se impone, no tiene propietario (fr. Bruno Cadorè)

Ser sumisos quiere decir "respetándonos unos a otros"; incluso habiendo fallado seguimos teniendo una dignidad sobrenatural, ya que somos a imagen y semejanza de Dios" nuestra vocación es ir hacia la eternidad (Predicación y el celo apostòlico)

El estudio en el sentido que de elementos de discernimiento apostòlico para ser practicado de la mejor manera posible, es uno de los mayores desafíos de la Orden para el futuro. No estudiamos solamente para predicar bien, estudiamos para ayudar al mundo para amarse, conocerse y descubrir sus capacidades. No sólo se trata de enseñanza académica, debe dar paso a la investigación, de experiencias pastorales concretas en las cuales podemos contemplar la presencia activa de la gracia de Dios. (fr. Bruno Cadorè)

Mi casa y yo serviremos al Señor... siendo evangelizadores desde la capacidad del ser humano.

Josè Mendoza, OP

domingo, 12 de agosto de 2018

Pan bajado del cielo


Carta de San Pablo a los Efesios 4,30-32.5,1-2.
No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, que los ha marcado con un sello para el día de la redención. 
Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. 
Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo. 
Traten de imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos. 
Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios.

Parece que la 2a lectura y el Evangelio de hoy nos devuelven al dilema sobre quien fue primero, el huevo o la gallina. ¿Se es bueno y compasivo porque hemos recibido el pan del cielo o, para poder recibirlo, hemos de ser buenos y compasivos?


"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo". 

(Sn. Juan 6, 41-51)

Dejarè que cada uno medite sobre la 
cuestión, pero un elemento de importancia sobre la recepción de este Pan bajado del cielo es nuestra coherencia. Podemos saber mucha sobre la Biblia y diversas ramas teológicas, podemos creer y presumir de "teólogos", incluso, andar realizando juicios a diestra y siniestra pero, de poco vale y a nadie convence màs que nuestro testimonio, entonces, ¡No murmuren!
Nadie sabe las luchas del otro, o bien, vemos y juzgamos pero sin siquiera dialogar con la razón. Basta que su actitud nos disguste y listo, se consagró en Judàs. 

Jesùs nos dice la razón para que sepamos dejar que cada uno camine hacia Dios sin el lastre de nuestra juiciosa tendencia:


"Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. 
Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí".

Por tanto, dejemos la malas actitudes y convivamos en paz con la certeza de, sin ser obligación la empatía y la hipocresía, somos hijos de Dios por adopción.


"Este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera."

Aclaro, no se debe juzgar el fin último y eterno de la persona, lo cual no es equivalente a ver una situación y determinar un juicio sobre la misma, no sobre las personas. 



Josè Mendoza, OP