domingo, 26 de enero de 2020

Unanimis

Unanimidad: unidos en un mismo sentir y pensar, que es el de Cristo. 

Pero, màs allá de las ideologías preponderantes que han seccionado el mensaje de Cristo hacia sectores particulares y bajo intereses egoístas, que nada tienen que ver con la conversión y la salvaciòn de las almas. La unidad a que se refiere Pablo es màs profunda que una vana visión posmodernista del pensamiento humano. 

Cuando ansias la eternidad para ti y para otros, trabajando con ahínco por los bienes eternos y despreciando, como un acto de justicia, los bienes u honores terrenos dándoles su justa valoración; y finalmente, amando al prójimo como a mì mismo sin importar si me es simpático o no, eso es querer lo mismo que Cristo; estar dispuestos a orar, sacrificarnos y hacer todo acto de reparación por amor al Señor y por el bien de las almas. 

En sìntesis, es ir màs allà de los convencionalismos sociales y de sentimientos personales propios de meras relaciones humanas. 

Bien nos dice Jesùs en otra ocasión, busquen los bienes de arriba que los demás les vendrà por añadidura. 

No divagues demasiado la vida en las cosas del mundo que pasa, y veamos lo bienes eternos como propios desde ya, partiendo de la vida de la gracia y confiando a Dios nuestras necesidades. Trabaja con empeño por tu salvación y la de tu prójimo, por que hoy podría ser el último dìa de nuestra vida. 

Por ende, las demás cosas son de esta vida y aquí se quedarán todos tus bienes y tus sacros honores. 

¿Quièn cambiaría su casa por una simple piedra? Pues eso mismo hacemos cuando cambiamos la vida eterna (la gracia) por los afanes, por seguir ideologías, placeres, honores y por obtener (a veces, por medios inadecuados) lo material. Quieras o no creer, luego de esta vida viene la eternidad, unos gozando de las dichas del Cielo y otros, padeciendo eternamente en el infierno.  Todo a casua de tus obra segùn la fe que cosechaste.

Josè Roberto Mendoza

domingo, 19 de enero de 2020

Precedencia

En el Evangelio de hoy leemos uno de los testominos màs relevantes sobre la precedencia divina de Cristo. El otro lo hallamos en Jn 1, 1. Esto nos dice mucho para saber que no  hemos puesto nuestra fe en una persona muy buena. 

Jesùs es màs que sòlo "Bueno". Èl es Dios y así esta testimoniado por Juan Bautista al reconocerle la autoridad de bautizar con el Espiritu Santo para el perdòn de los pecados.

Hoy en dìa, muchos que se dicen cristianos, te hablan de cosas cuya "precedencia" no existe, dado que proceden de pensamientos netamente humanos (ideologías y sectas)

Sobre Jesùs nos dice el profeta Isaìas, en la 1a lectura:

"Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo (relativo a Jn. 1,1), para que le trajese a Jacob (Israel), para que le reuniese a Israel (prefigura de la Iglesia)
 _ Tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza _.

Podría hablar màs de este tema pero te dejo la iniciativa a tì, para que lleves la secuencia de las lecturas durante la semana que recién iniciamos. Entonces, guiado por la Iglesia, el mensaje te quedarà màs claro.

Recuerda el catòlico no sòlo debe parecerlo, tiene que serlo. 

Josè Roberto Mendoza





domingo, 12 de enero de 2020

Porta Fidei

El bautismo de Jesùs, cabeza de la Iglesia, nos abre las puertas de la salvación (Carta Apostólica Porta Fidei, Benedicto XVI).

Pero en esta fecha en que celebramos el bautismo de Jesùs nos debe cuestionar sobre un aspecto particular de la narración.

Cuando Dios Padre dice: "este es mi hijo amado en quien me complazco", me cuestiona sobre cómo voy cumpliendo la voluntad de Dios, en còmo me esmero en hacer todo lo que tengo a mi alcance para agradarle con mi manera de vivir en obediencia a sus preceptos.

Todos los bautizados somos hijos de Dios, hijos en el Hijo, hijos por adopción, por tanto tenemos el deber y privilegio de agradar al Padre con nuestra vida y empeño en ser santos.

Jesus, manso y humilde de corazón, danos un corazón semejante al tuyo.

Josè Roberto Mendoza



domingo, 5 de enero de 2020

Solemnidad de la Epifanía del Señor

En este domingo hemos conmemorado la Solemnidad de la Manifestación (Epifanía)  del Señor y vemos en la escena a los magos (sabios) de oriente trayendo regalos: oro (realeza), incienso (divinidad) y mirra (muerte).

Lo que no se dice en veinte líneas, no se dice en veinte páginas, asi que será claro y conciso. 

Debemos cuestionarnos seriamente en como tomamos en nuestra vida cotidiana lo que en esta solemnidad hemos visto.
¿Es Jesùs, para mì, Dios, Rey y el Sacrificio incruento por causa de mis pecados?
Mi consejo sería no pasar por este año viviendo las fechas de preceptos con el còmodo pensamiento de "una màs". 

El pròximo domingo celebraremos el bautismo del Señor con el cual concluye el tiempo de Navidad, y junto a la revelación en las bodas de Canaà, están íntimamente ligados al acontecimiento de la Epifanía.

Pidamos al Señor nos conceda la humildad y el discernimiento para reconocerle cuando se ha manifestado en mi historia y asi podamos contemplarlo en los acontecimientos presentes de nuestra vida mortal. 

Jesùs es Dios, y si soy conscientes de que èl es mi Dios, mi Rey y mi Salvador, no vivamos indiferentes a la realidad de nuestra cotidianidad, lugar y tiempo propicios en que hemos de esforzarnos por vivir la santidad (amistad con Dios).

Josè Roberto Mendoza