Condición indispensable para que nuestra amor a Jesùs sea verdadero y no un vano sentimentalismo:
Guardar los preceptos (mandamientos) de Dios. Guardar es sinònimo de conocer y cumplirlos.
La multiplicación de peces y panes se comprende como prefigura de la Eucaristía, el pan que se da y no se acaba, porque la Gracia divina es para todos los que acogen la misericordia divina, el mensaje de salvación y sus exigencias.
Josè Mendoza
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