martes, 17 de octubre de 2017

Da limosna de lo de adentro y así lo tendréis limpio todo

¿Damos de lo que tenemos, damos lo que podemos, damos con medida? El mismo verbo nos indica dar, donar, entregar. Pero no basta con el dinero, con pan y chocolate. Dar con menosprecio, despectivamente, son dos formas de ofender al pobre y al necesitado, otra es el despilfarro. Buscar tener o codiciar más de lo que necesitamos o bien, creemos necesitar; ir por la fantasía “del buen vivir”. Esto es insensatez. 

La solidaridad y subsidiaridad son elementos del dar. Pero no está en el que sino en el como. 

¿Quién màs pobre y necesitado que el pecador?, ¿y, acaso no somos todos pecadores?. 

Aceptar y corregir. Como Dios, quien nos ama, nos acepta y nos corrige. 

El desprecio o menos precio hacia mi prójimo, es porque ha atentado contra mi esquema de vida perfecta. Entonces, yo sugiero que todos contemos nuestras penas y porquerías y luego veremos la reacción del público. 

Orar por todos, los pecadores y los que no se creen pecadores, ese oficio nos da Dios. 

En conclusión, dar de adentro es dar con y por amor, buscar y corregir, enmendar y devolver bien por mal. Vivir cristianamente la caridad. 

José R. Miranda, OP.

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