El acto que realizó Dios de mandar a su Hijo unigénito para nuestra salvación y para otorgarnos vida eterna fue fruto de su amor supremo. De hecho, dios Padre nos entregó a Cristo en la Encarnación precisamente para revelar su grandísimo amor. Aquellos que rechazan este regalo de Cristo, de amor y redención, se priva así mismo de la vida eterna. Aquellos que eligen caminar bajo La Luz de Cristo obtendrán la felicidad en este vida y vida eterna en la siguiente. (CEC #219)
Biblia Didajè
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