domingo, 9 de diciembre de 2018

Hagan rectos sus senderos


Todos hemos oido decir "antes de y después de Cristo". Pues bien, dicho sea de paso el evangelio de hoy nos da respuesta del porqué este corte en la historia humana. 

Al darnos datos históricos tan exactos y comprobables por el mismo historiador Flabio Josefo, Lucas esta dando fe de lo expuesto, con datos de nombres y lugares que son entendidos por los propios de su tiempo y para rebatir, en el caso de que fuera mentira, nadie mejor que sus contemporàneos.

Por Isaias sabemos cuales deben ser nuestras labores en el presente Adviento: 

"Preparen el camino, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán a llamados y todos los hombres veràn la salvación de Dios".

Ahora veamos con detenimiento cada uno:

Prepararen el camino, se refiere a estar preparados con la oración y en nuestras labores, no buscando protagonismo ni mitigar las conciencias llenándonos de "buenas obras" para ser vistos.

Hagan rectos sus senderos, equivale a la conversión, un volver a comenzar tras evaluar nuestra forma de proceder, sentir y pensar conforme a los mandamientos del Señor.

La cita de Valle, montaña y colina (serán rebajadas) es quitar de nuestra vista aquellos que nos agobia; problemas u otro tipo de situaciones. No porque serán resueltas por arte de magia, sino porque hemos de saber dar prioridad a lo importante, y el resto nos vendrás por añadidura.

Lo tortuoso se hará derecho, y los caminos serán corregidos. Esto es enmienda, por eso les digo que no se puede hacer el bien de mala manera. primero depongamos el orgullo y nuestros resentimientos, luego ya podremos servir con libertad de conciencia.

Finalmente, los hombres verán la Salvación de Dios. ¡Grandiosa promesa que se ha cumplido en Cristo Jesùs!.

Entonces, nuestra esperanza no esta puesta en una mera fecha, sino en el GRAN ACONTECIMIENTO de la venida del Mesìas prometido. 

Vivamos con verdadera fe, esperanza y caridad este tiempo  litùrgico sirviendo a Dios en nuestro pròjimo.

Josè Mendoza, OP





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