domingo, 27 de enero de 2019

Cuerpo Mìstico (teología paulina)

La segunda lectura nos muestra la forma en que en Apòstol Pablo comprende la Iglesia. Es su visión eclesiològica. Sabe que Cristo es Cabeza y gobierna con la misma autoridad conque sana enfermos, resucita muertos, libera de los demonios, caminò sobre las aguas y resucitó al Tercer Dìa. 

Para ser miembros de este cuerpo el único requisito es ser bautizados. Por tanto, dice el Apóstol, ningùn miembro puede estar en discordia con otro miembro, pues ambos son parte de la Iglesia. 

De tal suerte, no todos podemos ocupar las mismas tareas, siendo así  cada uno ha de ser Cristo en su comunidad, en su hogar, en su universidad, en su camino diario. Iluminando, animando, confortando, acompañando y, de ser necesario, predicando con palabras. 

No podemos ver en la Iglesia de Cristo, al otro, con desprecio, indiferencia, matándolo con nuestra murmuraciòn e incomprensión, pues si uno sufre, todos sufrimos a causa del pecado

Así de grave es el pecado y asì de grandioso es un pecador que se arrepiente. Dios ha querido gloriarse en nuestra debilidad para bien de todo su Cuerpo Mìstico. 

Vemos ahora la importancia de no auto engañarnos creyéndonos buenos mientras abofeteamos a los demás sin causa aparente, y aunque tuviera yo razón, esto no me valida para pecar contra mi prójimo, me autoriza si a dialogar en fraternal cercanía.

Conviene como en las Completas, hacer un examen diario de conciencia, dicho sea de paso, nos podemos confesar aunque no tengamos conciencia de pecado mortal, así se perdonan los veniales y acrecienta en nosotros la Gracia.

No se puede ser seriamente catequista sin haber leído el Corpus Paulinum, no se puede uno llamar seriamente catòlico sin comprender la eclesiologìa como nos la presenta Sn. Pablo. Podemos vestir de Blanco y Negro en cada celebración y seguir siendo zopencos. 

Josè Mendoza, op


domingo, 20 de enero de 2019

Las bodas de Canà

Jesùs presente en una boda, para muchos sería escandaloso, para esos "puritanistas" que todo es pecado, menos lo que hacen ellos.

Pero una boda es un momento hermoso en la vida de muchas personas, máxime si vemos el contexto del libro de Cantar de los Cantares en donde se centraliza la relación de Dios con su Pueblo en una unión esponsal. 

En esta ocasión esta también Maria. Ella anda pendiente de las necesidades de los novios, de su situación. ¿Creías que nadie estaba al tanto de tus circunstancias? Ella es la Gran Intercesora, no la que obra el milagro, eso se lo deja a su Hijo, pero sì la que ruega por nosotros. 

Leemos en una de las antifonìas de la salmodia de las Vísperas de hoy lo siguiente: 
Ant. En Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.

Los milagros de Jesùs no son hechos mágicos, hay milagros por doquier y a diario (como la salida del sol, respirar y por excelencia los Sacramentos, etc) no los vemos porque nos hemos vuelto de pensamiento materialista. Los milagros sirven para que creamos màs y mejor en aquel que llamamos Señor, y decimos bien, porque lo es. 

¿Y como anda tu fe ahora?, ¿còmo esta tu relación con Maria Santìsima?, ¿invitarías a Jesùs y Marìa a la fiesta de tu vida?

Josè Mendoza, op

lunes, 14 de enero de 2019

Agua y Trinidad


Con agua y  la fòmulaciòn Trinitaria hemos sido bautizados, así fue en el Jordan cuando la Cabeza se hizo bautizar por Juan para que se cumpliera con toda justicia. Porque lo justo es lo justo... "a esto he venido" nos dice el Señor. Por tanto, el bautismo de Jesùs esta directamente unido a la cruz del Calvario, y nosotros a ella. 

De ahí que nuestros deberes bautismales sean para la edificación, comunión y salvación de las almas. 

Conocer, amar y defender la Iglesia es propio del bautizado congruente... èste no va a negociar con la Verdad, pues va adquiriendo el Celo Apostòlico.

Dado que el bautismo es un don gratuito de Dios, lo cual es una de las razones por las cuales se bautiza a los niños sin necesitar su asentimiento, son los padres y padrinos quienes asumen la formaciòn en la fe del recién bautizado. Esto no quita la responsabilidad de cada persona cuando alcanza una edad con la capacidad de discernir su vida espiritual. Así sucederá en la Vigilia Pascual con La Renovación de las Promesas Bautismales. 

El no asumir nuestros deberes como bautizados en asuntos de doctrina, en la predicación y contemplación, y la comunión dialogada, genera en nuestras almas la llamada anemia espiritual. Seguida del embrutecimiento de buscar pertenecer a la élite, el reconocimiento y grupos concéntricos pero muy despistados (Guetos) 

En cambio, el catòlico consciente de sus deberes bautismales se transforma en "Iglesia en salida" hacia las periferias de su cotidianidad. 

Josè Mendoza, op



domingo, 6 de enero de 2019

La Epifanìa (manifestación) del Señor


Hay quien se encrispa cuando digo "Los católicos no celebramos el dìa de Reyes, sino la Epifanìa del Señor". Esta es una realidad que trasciende a tradiciones familiares o gustos personales. 

Es Jesùs quien se manifiesta al mundo, los reyes magos y los pastores son personajes no centrales. Con esto no quito el hecho que sean trascendentales en la trama y nos dejan un mensaje profundo como cuando regresan por otro camino, no por el viejo camino de las pretensiones del mundo. 

Bueno, aclarado esto... si son observadores en la imagen arriba presentada, los magos se han quitado sus coronas al verse en  la presencia del Rey de Reyes.

Una actitud muy honorable, humilde y reconfortante. Y en mì caso, o el tuyo, ¿te quitaste tus coronas al estar en la presencia del niño que se nos ha dado hoy? ¿o sòlo pasamos a "adorar al niño" porque así es la tradición de mis padres?

Quiero ser breve pero preciso, la liturgia se vive en sentido de la fe, no simplemente se imitan costumbres o se actúa por seguir al montón, los ritos obedecen a la Jerarquía de Verdades y nos vienen dados por el Magisterio de la Iglesia para el ordenamiento de nuestra vida religiosa, fuera y dentro del templo.

En la presencia del pequeño Jesùs no puedo sino manifestarle mi pobreza, mis flaquezas y vanidad. Al verle no he podido dejar de pensar que vino para culminar su vida en la Cruz por causa de mis pecados y para salvarme a mí de mi propia y bien ganada condenación eterna. 

No nos debe mover al sentimentalismo sino a una reflexión profunda para no vivir este tiempo y la cuaresma que viene como una cuaresma màs. 

Quitemonos las máscaras de santurrones y la elitista tendencia a creernos superiores por ser de uno un otro grupo de la Iglesia, cada quien sirve al Rey con los carismas que Dios nos ha querido dar. 

Servimos al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.

Josè Mendoza, op