Interesante la discusión que nos presenta la 1a lectura: sobre si era o no correcto imponer a los gentiles la circunciciòn (prefigura del bautismo en la Ley de Moisès). Evidentemente no fue correcto, porque en Cristo la Iglesia prefigurada desde el AT alcanza su realización en la Iglesia fundada sobre Pedro y los apóstoles. Èstos, sólo les ponen unas condiciones, que cobran sentido en no tener ni dar culto a otros dioses ajenos al Unico y verdadero Dios.
Y es porque el Verdadero Templo, como se ve en la 2a lectura, son Dios Todopoderoso y el Cordero, es decir, el único que merece culto en espíritu y en verdad.
Finalmente, Jesùs pone el acento de su palabra sobre el amor. Del Amor a Dios brota el respeto a nuestro prójimo, la solidaridad y todas las buenas obras características de quien dice amar al Señor.
Bien lo dijo Jesùs, no todo el que me diga Señor, Señor, entrarà en el Reino de los Cielos. Y es porque bien sabia que muchos andamos por ahí presumiendo de Católicos, de religiosos o laicos pero sin aterrizarlo en obras concretas que desembocan en dar la Gloria y Alabanza a Dios.
No olvidemos que la Paz no es ausencia de problemas sino seguridad y esperanza en la Vida eterna que alcanzamos por los mèritos de Cristo. Seamos pues valientes y esforcémonos en vivir a plenitud lo que hemos recibido desde nuestro bautismo.
Josè Mendoza, op