Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras". |
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".
¿Estamos tomando decisiones sin discernir lo que hacemos? ¿hemos dedicado tiempo a hablar con Dios antes de decidir? ¿Como va el discernimiento de nuestra vida? Hoy en día parece que la gente vive peor que las bestias, sin discernir se dejan llevar por cualquier bobada y acogen como suyas cuestiones sin fundamento legal, doctrinal ni racional. Los cristianos hemos de orientar nuestra vida, nuestras acciones y decisiones en pos de la eternidad. No podemos vivir sin la esperanza de la Vida eterna. A esto se refiere el Salmo cuando rezamos "convertiste mi lamento en júbilo. Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente". Para hacer un recto discernimiento tenemos que empezar por reconocer nuestros fracasos, como los discípulos que aceptaron no haber pescado nada. Luego, confiando en el Señor, recibieron de su Providencia lo necesario. Por ùltimo, discernir que nuestra acciones sean para la honra y gloria del Señor, esto servirá como luz que guía nuestros pasos. El concepto de libertad no estriba en hacer lo que deseemos, sino en moderar nuestros deseos y ordenarlos al Sumo bien, que es Dios mismo. Se entiende el principio moral que dicta: El bien se descubre (discierne) no se decide. Nuestra vida es un peregrinar a la casa del Padre.
Josè Mendoza, op
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domingo, 5 de mayo de 2019
Discernir el camino
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Y nuestra vida debería estar orientadas según los preceptos del Sermón del Monte. Pero que cuesta caminar siguiendo a Jesús.
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