En el Evangelio de hoy contemplamos a Jesùs en el milagro de la multiplicación de los peces y los panes. El total de éstos es 7 (plenitud). Pero quiero centrar mi atenciòn en Jesùs, quien luego de la acciòn de gracias (Eucaristìa) delega a los discìpulos que repartan el alimento entre la gente; sobrando 12 canastas que son un signo de las 12 tribus del AT y de la Iglesia del NT representada en los 12 apòstoles.
Me apasiona mucho este texto por la riqueza doctrinal que contiene y la tipologìa en que nos sumerge, ¿recuerdas otra imàgen (prefigura) de la Eucaristìa en el AT?
Dios no le niega a nadie su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristìa, en la comuniòn de lo santos, ni en ninguno de los sacramentos; somos nosotros quienes, malagradecidos, pecamos y nos apartamos de la fuente de Vida Eterna.
Esto es asì, vamos al Santìsimo para contemplarlo y extasiados salir a dar a los hermanos de lo contemplado. Si no persivimos la fuerza de su amor es porque no lo hemos contemplado lo suficientemente bien, me refiero a un ejercicio de concientizaciòn de su vida y entrega, en estado de gracia y con sincero reconocimiento de mi nada; no a quedarnos con la vista perdida en el vacìo.
Entre las distracciones màs frecuentes de que se queja la mayorìa cuando esta rezando el Rosario o ante el Santìsimo son los afanes de la vida diaria, los negocios, las relaciones, etc. Es porque aun esa alma esta muy materializada y apegada a las cosas del mundo. Quizàs por ahí va la explicaciòn del porque no podemos estar demasiado tiempo en contemplación profunda o tan siquiera alcanzarla.
En este punto me interesa estudiar la vida de Sn. Martìn de Pòrres, vemos que una característica de los mìsticos es la humildad.
En este punto me interesa estudiar la vida de Sn. Martìn de Pòrres, vemos que una característica de los mìsticos es la humildad.
Josè Mendoza, O.P.
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