¿Sabias que, mientras haya ìdolos en tu corazòn te serà imposible cumplir con el primero y màs importante de los Mandamientos? Y esto funciona asì, no se puede, no es razonable, echar vino nuevo en odres viejos.
Ya, en el bautismo, hemos sido marcados como cosa propia del Señor, pero es desiciòn nuestra que, durante el transcurso de mi vida, le elija a Èl y solo a Èl por ser quien es.
¿Y quièn es Jesùs? Puedes reflexionar tu respuesta al verlo en la Cruz, al leer sobre su pasión, los 40 días en el desierto, la persecución que sufriò siendo un recièn nacido y aùn siendo enjuiciado injustamente por causa de nuestros pecados, se mantuvo fiel y firme en su desiciòn de amarnos al extremo.
Querer agradar a Dios sin estar en gracia santificante (confesiòn y comuniòn sacramental) es como querer beber un buen cafè usando agua sucia.
Para amar al Señor con toda la integralidad de nuestro ser, se necesita màs que tener bonitas intensiones y creernos los muy buenos, requiere CONVERSIÒN.
Josè Mendoza