domingo, 30 de junio de 2019

¿Buscas soluciones humanas o la voluntad de Dios?

Estamos en el tiempo ordinario, es el tiempo que ordenadamente recorremos el Evangelio segùn Sn. Lucas (Ciclo C) Bueno, estas cosas son obvias para un catòlico formado en temas litúrgicos. Sin embargo, cabría preguntar ¿còmo anda tu Jerarquía de Valores?

Dice un principio moral que "a problemas humanas, soluciones humanas y a problemas religiosos, soluciones religiosas". El lío surge cuando buscamos para todo soluciones humanas. 

Como cristianos no podemos ir por la vida sin buscar que la voluntad de Dios se cumpla en mì y en todas sus criaturas. Aunque a veces, esa voluntad nos cuestione o contradiga. Como le pasò a Jesús camino a Jerusalén, al pasar por Samaria no fue bien recibido pero ante esta situación, sabiendo que la voluntad del Padre era que fuera a Jerusalén para manifestar el signo de su amor por la humanidad, no dejò que ese contratiempo le molestara ni le desviara. 

La voluntad de Dios no pasa a ser comparado a un problema que nos contradice o limita, nos limitamos a nosotros mismos por no sabernos cuestionar en cómo va mi vida y si es la Gloria de Dios mi afán. 

Es un deber hacer todo cuanto esta a nuestro alcance por mejorar la vida, la salud y la economía, pero siempre que aquello que añoramos màs sea a Dios y no el objeto como finalidad. 

La voluntad de Dios es perfecta, aún cuando no la entiendo ni la comprenda en su momento. Conviene, cuál ejercicio espiritual, decir en algún momento del día: "Padre, me pongo en tus manos".

Josè Mendoza, O.P.

domingo, 23 de junio de 2019

El Santo de los Santos (Santísimo)

En el Evangelio de hoy contemplamos a Jesùs en el milagro de la multiplicación de los peces y los panes. El total de éstos es 7 (plenitud). Pero quiero centrar mi atenciòn en  Jesùs, quien luego de la acciòn de gracias (Eucaristìa) delega a los discìpulos que repartan el alimento entre la gente; sobrando 12 canastas que son un signo de las 12 tribus del AT y de la Iglesia del NT representada en los 12 apòstoles. 

Me apasiona mucho este texto por la riqueza doctrinal que contiene y la tipologìa en que nos sumerge, ¿recuerdas otra imàgen (prefigura) de la Eucaristìa en el AT? 

Dios no le niega a nadie su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristìa, en la comuniòn de lo santos, ni en ninguno de los sacramentos; somos nosotros quienes, malagradecidos, pecamos y nos apartamos de la fuente de Vida Eterna. 

Esto es asì, vamos al Santìsimo para contemplarlo y extasiados salir a dar a los hermanos de lo contemplado. Si no persivimos  la fuerza de su amor es porque no lo hemos contemplado lo suficientemente bien, me refiero a un ejercicio de concientizaciòn de su vida y entrega, en estado de gracia y con sincero reconocimiento de mi nada; no a quedarnos con la vista perdida en el vacìo.

Entre las distracciones màs frecuentes de que se queja la mayorìa cuando esta rezando el Rosario o ante el Santìsimo son los afanes de la vida diaria, los negocios, las relaciones, etc. Es porque aun esa alma esta muy materializada y apegada a las cosas del mundo. Quizàs por ahí va la explicaciòn del porque no podemos estar demasiado tiempo en contemplación profunda o tan siquiera alcanzarla. 
En este punto me interesa estudiar la vida de Sn. Martìn de Pòrres, vemos que una característica de los mìsticos es la humildad. 

Josè Mendoza, O.P.


    

domingo, 16 de junio de 2019

¿Y dònde està Dios?

La pregunta sobre dónde està Dios cuando sufrimos alguna contradicciòn o fracaso es equivalente al porquè los justos sufren mientra el malvado, aparentemente, progresa. 

Sabemos que Dios se halla en todas partes, a eso le llamamos Omniprescencia, pero, lo que hemos de cuestionarnos cuando las cosas no nos van tan bien como quisiéramos es, ¿en dònde està Dios en mi vida? 

Dios revela sus misterios al corazón, es decir, al interior del hombre, porque hay cosas que la simple intelectualidad limitada nuestra no puede captar ni sabrà aceptar aùn cuando nos dieran una explicaciòn detallada. Esto se debe a que el hombre confronta su vida con su orgullo, y mientras se sienta dueño de sì, no sabrà aceptar la voluntad de Dios. 

Lo que el Hijo a recibido del Padre nos los comunica por medio de su Espìritu Santo, esto sucediò en Pentecostès y hasta nuestros dìas. 

Por ende, cuànto la Iglesia es y enseña proviene del Padre, por el Hijo y con el Espìritu Santo; cualquier otra pseudo verdad procede del Maligno. Nos referimos a la manipulaciòn ideològica tan comùn en nuestros dìas y cuyo gancho del que se sostiene es la maliciosa ignorancia e Ilusa fe en que viven algunos dizque Bien intencionados pero malos cristianos. 

Y dado que Dios no puede engañarse ni engañarnos, ni contradecirse asì mismo, queda en cada uno forjar esa relaciòn persona con la Santìsima Trinidad que le lleve a conocer, amar y perseverar en la fe.

Josè Mendoza, O.P.

domingo, 9 de junio de 2019

Recibid el Espìritu Santo

La solemnidad de Pentecostès marca el final de la Pascua. Cincuenta dìas han transcurrido, ¿còmo los hemos vivido?

El Espìritu Santo, la promesa de lo Alto, desciende sobre el Colegio Apostòlico. Reciben los dones que han de servir para la conformaciòn de la Iglesia. 

Pero, aunque sean muchos los miembros, uno sòlo es el Cuerpo, dice Sn. Pablo. La unidad que viene del Espìritu es la unidad de un sòlo Dios, una sola fe y un sòlo bautismo.

Cualquiera que divaga, acomoda o cambia las enseñanzas de Cristo, que recibimos mediante la predicaciòn apostòlica, es un mentiroso. 

Esta unidad no es cuestiòn de modas o sentimientos, sino de la Verdad Revelada.

La fiesta de Pentecostés nos recuerda la importancia que tiene nuestro bautismo, somos hechos nuevas criaturas y por tanto debemos revisar como va nuestra vida y què merece la pena desechar, aquello con lo que contradecimos conscientemente a Dios  y sus enseñanzas.

Quiero terminar con el tema del Magisterio, ¿quienes lo constituyen? Los obispos, EN COMUNIÒN con el PAPA. Y todo aquel que promulgua, vive y enseña, sin errores ni defectos lo que ha recibido de la Sana Doctrina, ese goza de la autoridad del Magisterio Ordinario. Por eso es tan necesario conocer las enseñanzas doctrinales, no para juzgar pero sì para no dejarnos embaucar por cualquier demonio disfrazado de “Buenismo”.


Josè Mendoza, O.P.

domingo, 2 de junio de 2019

Benedicere

Empezarè por dar un detalle etimológico  
- Bendecir: en idioma latino se puede definir como "bien decir" y en sentido hebreo "consagrar algo al culto divino o invocar la bendición divina en favor de algo o alguien". Por eso, lo correcto es decir "Dios te bendiga" no sólo "Bendiciones" a secas. 

¿Cuál fue la actitud de los apóstoles luego de ser bendecidos por el Señor? Alegría y alabanza.

Es la postura correcta de quién se sabe amado y perdonado por Dios.

El Evangelista Lucas, ese mismo que redacta el evangelio con el mismo nombre, es también autor de los hechos de los Apóstoles, esto da continuidad a la narrativa bíblica y clara evidencia de que lo acontecido y narrado es también contado en la Iglesia nacida del Redentor. Es decir, lo que Jesùs dijo e hizo se nos ha transmitido desde los apóstoles hasta nuestros días de manos del Magisterio de la Iglesia. 

Aquel que ha hecho la promesa es fiel (dice la 2a lectura), es la promesa de estar con nosotros hasta el fin del mundo, es la promesa del perdón de los pecados a quien se arrepiente y se humilla, es la promesa de su presencia real en la Eucaristía a favor nuestro, es la promesa de ser el Camino, la Verdad y la Vida... ¿A quien iremos, si sólo tú tienes palabras de vida eterna? es lo que debemos cuestionarnos cada vez que dudamos.

En la Orden de Predicadores tenemos tres lemas, uno es Bendecir... es justo preguntar si soy consciente de esto y en que manera o medida lo estoy realizando... recuerda, ¡alegrìa y alabanza!, pero no sòlo alabar, también pedir... y no sòlo pedir, tambièn predicar con la propia vida, para ser signo de la bendición de Dios entre los hermanos. 
Cuando digas "Dios te bendiga" debe pasar de un bonito deseo a ser acciòn concreta (material o espiritual) en la búsqueda del bien común.

Josè Mendoza, O.P.