¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras esta cerca!
Con esta invitaciòn empieza el profeta Isaìas para hablar de la conversion de hecho, no solo de palabras.
Prosigue Pablo con la razòn de ser de la vida cristiana que el camino seguro la alcanzar la verdadera felicidad, y consiste en glorificar a Dios con nuestras vida, asi sea vivamos o muramos. ¿Y quièn puede perder la vida si se la gasta por Cristo?
De esta forma, quien vive para dar gloria a Cristo, el morir le es ganancia.
Jesùs estampa su sello al decirnos que sus caminos y sus pensamientos no son como los nuestros. Para que el Señor gobierne nuestra vida, lo primero que hemos de reconoces es que, jamàs hemos tenido el gobierno sobre ella, ha sido Dios, quien por su permisiòn o su propia mano nos ha procurado las cosas para bien de nuestra alma.
No perdamos el tiempo en lo que no edifica, antes bien, vivamos para Cristo, y asì la muerte nos serà ganancia, pues iremos a compartir la Gloria de aquel a quien le hemos entregado nuestra vida, segundo a segundo.
Josè Mendoza
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