¿El proceder del Señor no es correcto? ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mìo, el que no es correcto?
En este diálogo se nos planeta la realidad de la justicia divina, lo que le propio del amor de Dios no es la muerte de sus hijos sino que se salven, lo que le respecta al hombre, segùn la justicia divina, es corresponder al amor gratuito de Dios con una vida recta y santa. Por tanto, el justo muere por no querer creer en la salvaciòn ni vivir conforme a ella; muere por el mal que ha cometido, y esto no es deseo de Dios, sino del justo que mal usa su libertad.
Jesucristo, aun siendo Dios nos hace una sùplica a nosotros: darle perfecta alegrìa, permaneciendo bien unidos (lo cual brota del amor/comuniòn en el Espìritu Santo, no por la simple asociatividad)
Como Cristianos hemos de buscar asemejarnos en todo a Cristo, teniendo sus mismos sentimientos, los cuales no estàn infectados de egoìsmo, discordia o vanidad, sino impregnados de humildad y amor propio semejante al que sentimos por nuestro pròjimo.
Asì termina el Himno Cristològico que nos recita Pablo: “Jesucristo es el Señor”, en quien todas las cosas han de ser recapituladas. Por tanto, Jesùs mismos es quien nos exhorta en las amonestaciones que hace hoy sobre aquel que dice sì y luego no va, y el que dice no, pero tras discernir, sì va y cumple.
¿A qué exigencias nos introduce hoy? Que no esta en tus honores pastorales el ser llamado hijo de Dios, sino en el testimonio de vida que das, pues por medio del bautismo, te han sido otorgadas las virtudes teologales para que des testimonio cristiano coherente.
Josè Mendoza
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