¡Insensato, esta noche moriràs,! te hablo a tì que crees que por tus bienes tienes la vida asegurada.
¿Pero a què bienes se refiere Jesùs? La parábola del rico insensato habla de un hombre que habìa acumulado riquezas, pero con las riquezas viene el orgullo, la soberbia y la falta de criterio en cómo vivir. Los bienes pueden ser de tres tipos: materiales, placeres y honores.
Segùn sea la escala de valores que te mueva así serán las cosas que busques en la vida. En contraste, ¿cuáles son los bienes que debemos adquirir? Las virtudes teologales que ya gozamos desde nuestro bautismo pero que hemos de trabajarlas para que den fruto, y acompañantes van las virtudes cardinales. Las cosas materiales son importantes y necesarias en la medida justa para esta vida, pero no son bienes que podamos disponer en la vida eterna, o llevárnoslos a la hora de la muerte. Los bienes espirituales y los frutos que demos con nuestra fe, esperanza y caridad son los que no conocen moho ni pueden ser hurtados por los maleantes.
¿Còmo adquiriremos los bienes de mayor importancia? Por medio de la fe, por eso es de suma necesidad pedirle al Señor que robustezca nuestra fe y nos conceda la gracia de la conversiòn.
Josè Mendoza, OP
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