Los judìos cuestionan a Jesùs sobre la autoridad de hablar y enseñar que demuestra.
Jesùs les aclara que su autoridad no procede de sì mismo sino del que lo ha enviado. Y nos da a todos una clave maravillosa, por si decimos conocer a Dios, y esta consiste en "ser fiel a sus palabras".
El judìo, claramente, quiere ver con ojos humanos. No le interesa comprender desde la perspectiva cristiana, cuya gloria esta en hacer la voluntad del Padre.
Como auxilio didáctico de la exègisis bíblica, en Abraham se cumple la llamada Pseudonimia, que consiste en cambiar el nombre de una persona cuando Dios le ha elegido para cumplir una misión en particular, otro ejemplo es Levi, quien luego se llama Mateo, el apostol.
Finalmente, me llama la atención la postración que hace Abram antes de recibir la promesa, con su postración en tierra demuestra ser obediente y humilde ante Dios.
¿Evaluemonos en cómo, esta cuarentena y pandemia, confrontan nuestra obediencia, entrega y actitud de confianza a la Palabra de Dios?
Josè Mendoza
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