El Señor se presenta hoy ante los discípulos y los llama a no tener temor, incluso les demuestra que sus manos son las mismas de cuando lo crucificaron, pero además, les hace ver que no se trata de un "fantasma", pues les pide de comer.
Esto es importante, Jesùs no tiene necesidad de alimento corporal, pues como anuncio a Magdalena, ahora ya ha ido a la presencia del Padre, por tanto goza del cuerpo espiritual que nos ha prometido a todos nosotros en la Gloria celestial.
¿Era hambre real o fingida? es hambre real, pues Dios no miente. Quizás necesitaba hacerlo para reafirmar la fe de sus apóstoles, y la nuestra. Hambre es una necesidad corporal, como cuando dijo en la cruz "tengo sed", pero no solo de agua, sino de nuestro amor, en obras concretas.
Josè Mendoza
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