martes, 24 de marzo de 2020

EN CUARENTENA, ¿Quieres curarte?

Me encantó la descripción que hace el profeta Ezequiel sobre el agua que mana del templo (Dios) y en como èsta da frutos en abundancia por donde pasa; y asi, quien sigue el sendero de esta agua (La gracia que brota del bautismo) goza del alimento (Eucaritìa) y la medicina (confesión).  

Ahora bien, en el texto del Evangelio, Jesùs nos hace una sana advertencia para cuando recuperamos la gracia perdida a causa del pecado mortal: "Mira, ya quedaste sano. No peques màs, no sea que te vaya a suceder algo peor".

Interesante... 

Con esto, el Señor, nos advierte a no ir por ahi quitados de la vida cargando con el pecado como si se tratase de cualquiera suciedad en la ropa; luego, no nos quejemos de las cosa que nos suceden pues sino nos arrepentimos y corregimos, de poco valdrá decir "Señor, señor". 
La Misericordia de Dios es infinita, pero igual reclama de la Justicia divina. 

Josè Mendoza

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