“Hasta setenta veces siete”
En esta ocasión, Jesùs nos plantea una situación un tanto complicada, el perdón. Quien recibe el perdón esta llamado a hacer con sus deudores lo mismo que ha hecho Dios con nosotros, perdonar nuestros pecado nos interpela a practicar la misericordia. De lo contrario nos veremos como reos de culpa a causa de nuestro orgullo y rencor. El asunto es ¿cómo perdonar? 1o) abrazándote tù, 2o) abrazando a tu deudor, aunque sea de lejos, y 3o) No volviendo a mencionar el agravio contra tì cometido. ¿Es posible olvidar la ofensa? Eso lo sabremos al final de nuestros dìas, pero por ahora, nos basta con amar y ser felices liberándonos de las cadenas del resentimiento.
Oremos con fervor a Dios que nos perdona, para que nos ayude a amar y perdonar tambièn a quienes nos insultan y persiguen. Recuerda que cuanto te hagan o digan, a Cristo se lo hicimos en el camino al calvario.
Josè Miranda, laico dominico.
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