Sn. Juan 10, 31_42
"Juan no ha hecho ningùn signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad".
El que ha sido llamado a una labor debe estar ubicado en la realidad, asì sea Apòstol, ministro ordenado, catequista, teòlogo, religioso/a, laico consagrado y/o entregado o fraile, no hace nada sino aquello que el Padre quiere que haga. Dios es quien obra en cada uno e inspira el bien que realizamos para beneficio nuestro y de los demàs. No somos capaces de ningùn signo, sino sòlo Jesucristo, que hace constar de quien somos, de quien procedemos y por quien actuamos- El signo està en los Sacramentos. Por eso, en conjunto, cual fuera nuestra labor, lo que importa es anunciar la Buena Nueva de Salvaciòn, a Jesucristo nuestro Señor.
Josè Miranda, laico dominico.
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