Comentario del Evangelio de hoy

Sn. Juan 11, 45-57

“¿Què hacemos?”

A estas alturas de la narraciòn, los Sumos Sacerdotes y los Fariseos, habían planificado que Jesùs debía morir, pues era conveniente que un hombre pereciera y no toda la nación. Así se les deformò la inteligencia haciendo ver como bueno algo que contradice claramente la ley de Dios, “no mataràs”. Esto pasa comúnmente en el hombre cuya vida se rige de la inteligencia natural, por el instinto  y sus bajas pasiones. Deformada la percepciòn de la realidad cree superar sus limitantes violentando la dignidad de su prójimo y transgrediendo la ley de Dios. 
Al final, Dios es soberano. El mal no triunfarà jamàs y los hijos del Altìsimo serán justificados por la Sangre del Cordero. 

¡Bienaventurados ustedes que participaràn mañana del Banquete del Señor! 

Josè Miranda, laico dominico.