"Hija de Siòn, ¡alègrate!". Goza, Iglesia de Dios; "he aquì que viene tu Dios". Sal a su encuentro, apresùrate a contemplar su gloria. He aquì la salvaciòn del mundo: Dios viene haci ala cruz, y el Deseado de las naciones entra en Siòn. La luz viene, gritemos con el pueblo: "Hosana al Hijo de David. Bendito en que viene en nombre del Señor". El Señor Dios ha aparecido a nosotros que estàbamos en las tinieblas y las sombras de muerte. Se manifestò, resurrecciòn de lso que duermen, liberacion de los cautivos, luz de los ciegos, consuelo de los afligidos, descanso de los dèbilies, fuente de lso sedientes, vengador de los perseguidos, rescate de los perdidos, uniòn de los divididos, mèdico de los enfermos, saludos de los descarriados.
Ayer, Cristo resucitaba a Làzaro; hoy èl mismo avanza hacia la muerte. Ayer arrancò a Làzaro de los lazos que lo retenìan; hoy, tiende las manos a los que quieren maniatarlo. Ayer, arrancaba a los hombres de las tinieblas; hoy, por los hombres, se adentra en las tinieblas y las sombras de la muerte. Y la Iglesia està de fiesta. Comienza la fiesta de las fiestas, porque recibe al rey, su esposo, porque su rey està en medio de ella.
Homilìa atribuìda a Sn. Epifanio de Salamina (hacia 403), Obispo.
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