sábado, 30 de diciembre de 2017

Nacimiento de Jesùs. Visiones de Ana Catalina Emmerick

Nacimiento de Jesùs
Visiones de Ana Catalina Emmerick

INTRODUCCIÒN:
Nuestro objetivo es ver y contemplar el lugar, la situación. Luego oìr lo que cada persona dice o calla en silencio. Finalmente, mirar lo que pasa, lo que esas personas hacen en aquel lugar.

LA ANUNCIACIÒN DEL ANGEL
25 de marzo de 1821. Tuve una visión de la Anunciaciòn de Marìa el dìa de esa fiesta.

He visto a la Virgen Santìsima poco despuès de su casamiento, en la casa de Sn. Josè, en Nazaret. Josè había salido con dos asnos para buscar herramientas de su oficio.

Fui conducida hasta aquella habitación por el joven resplandeciente que siempre me acompaña, y vi allì lo que voy a relatar en la forma que puede hacerlo una persona tan miserable como yo.
Cuando hubo entrado, la Santìsima Virgen se puso, detrás de la mampara de su lecho, un largo vestido de lana blanca con ancho ceñidor y se cubriò la cabeza con un velo blando amarillento.

La Virgen tomó una mesita baja arrimada contra el muro y la puso en el centro de la habitación. La mesa estaba cubierta con una carpeta roja y azul, en medio de la cual había una figura bordada: no sè si era una letra o un adorno simplemente. Sobre la mesa había un rollo de pergamino escrito. Habièndola colocado la Virgen entre su lecho y la puerta, en un lugar donde el suelo estaba cubierto con una alfombra, puso delante de sì un pequeño cojìn redondo, sobre el cual se arrodillò, juntó la manos delante del pecho, sin cruzar los dedos. Durante largo tiempo la vi asì orando ardientemente, con la faz vuelta al cielo, invocando la Redenciòn, la venida del Rey prometido a Israel.

Vi, en medio de aquella masa de luz, un joven resplandesciente, de cabellos rubios flotantes, que habìan descendido ante Marìa, a travès de los aires. Era el Arcàngel Gabriel. Cuando hablò vi que salìan las palabras de su boca como si fuesen letras de fuego: la leì y las comprendì. Marìa inclinò un tanto su cabeza  velada a la derecha. Sin embargo, en su  modestia, no mirò al àngel. El Arcàngel siguió hablando. Marìa volvió entonces el rostro hacia èl, como si obedeciera una orden, levantò un poco el velo y respondió. El àngel dijo todavía algunas palabras. Marìa alzò el velo totalmente, mirò al àngel y pronunciò las sagradas palabras: “He aquì la sierva del Señor, hágase en mì segùn tu palabra”.

Marìa se hallaba en un profundo éxtasis. La habitación resplandecía y ya no veìa yo la lámpara  del techo ni el techo mismo. El cielo aparecía abierto. En el punto extremo de aquel rìo de luz se alzaba una figura de la Santìsima Trinidad, era como un fulgor triangular, cuyos rayos se penetraban recíprocamente. Reconocì allí Aquello que sòlo se puede adorar sin comprenderlo jamàs: el Padre, el Hijo y el Espìritu Santo y, sin embargo, un solo Dios Todopoderoso.

…..
Cuando la Santìsima Virgen hubo dicho: “hágase en mì segùn tu palabra”, vi una aparición del Espìritu Santo, que no se parecía a la representación habitual bajo la forma de paloma: la cabeza se asemejaba a un rostro humano; la luz se derramaba a los costados en forma de alas. Vi partir de allì tres irradiaciones luminosas hacia el costado derecho de la Virgen. Penetrò en su costado derecho, la Santìsima Virgen se volvió luminosa ella misma y como transparente: parecía que todo lo que había de opaco en ella desaparecía bajo esa luz, como la noche ante el esplèndido del dìa.

…..
Mientras veìa todas estas cosas en la habitación de  Marìa tuve una impresión personal de naturaleza singular. Me hallaba en angustia continua, como si me acechasen peligrosas emboscadas, y vi una horrible serpiente que se arrastraba a travès de la casa y por los escalones hasta la puerta, donde me había detenido cuando la luz penetró en la Santìsima Virgen.
Aquella serpiente era del tamaño de un niño, con la cabezota ancha y chata, y a la altura del pecho tenía dos patas cortas membranosas, armadas con garras, sobre las cuales se arrastraba, que parecían alas de murciélago. Tenìa manchas de diferentes colores, de aspecto repugnante, se parecía a la serpiente del Paraìso terrenal, pero de aspecto màs deforme y espantoso. Despuès he visto a parecer tres Espìritus, que golpearon al odioso reptil echándolo fuera de la casa.

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Pude ver que ya conocía y adoraba la  Encarnaciòn del Redentor en sì misma, donde se  hallaba como un pequeño cuerpo humano luminoso, completamente formado y provisto de todos sus miembros.

En Nazaret, no es lo mismo que en Jerusalèn, donde las mujeres deben quedarse en el atrio, sin poder entrar al Templo, porque solamente los sacerdotes tienen acceso al Santuario. En Nazaret la misma Virgen es Templo: El Santo de los Santos està en ella, como tambièn el Sumo Sacerdote y se halla Ella sola en Èl (Sal. 45: “El Altìsimo ha santificado el tabernáculo; Dios està en medio de Èl y no serà conmovido”).

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No quiso aparecer en forma de hombre perfecto como nuestro primer padre Adàn saliendo de las manos de Dios.
Èl quiso santificar nuevamente el acto de la concepción y la natividad de los hombres, degradados por el pecado original. El puro vaso de gracia de Dios había prometido a los hombres y en el cual Èl debía hacerse hombre, para pagar las deudas de la humanidad, mediante los abundantes mèritos de su Pasiòn.

Todos los hijos de Dios entre los hombres, todos, hasta los que desde el principio habìan trabajado en la obra de la santificación, han contribuido a su venida.


La Virgen Marìa contaba poco màs de catorce años cuando tuvo lugar la Encarnaciòn de Jesucristo. Jesùs llegó a la edad de treinta y tres años.

viernes, 15 de diciembre de 2017

De los vientos de cambio al frìo de la indiferencia.

¡Hace frìo, cierto! Y se siente bien, cambia el clima, es tiempo dicembrino con tradiciones, recuerdos, etc.
Siguiendo mi tendencia de persistir en la lucha por despertar conciencias, leamos la realidad. 

Sentimos el viento y lo tomamos grato, incluso en algunos campos favorece. Es un cambio.

Hablando de cambio, ¿Còmo va tu vida? ¿Otro año que ha iniciado y seguiràs en las mismas?

Yo vivo el adviento no en el calendario civil. Estos dìas se van volando, la gente no los percibe, pasamos de Cristo Rey a Navidad. Seducidos por el paganismo y la mundanidad dejamos pasar este tiempo hermoso penitencial. Tiempo de generosidad no de compras, tiempo de solidaridad con los màs necesitados; los que sufren abandono u olvido, no de pavo y luces. 
Dicen los metereologos que tras los vientos viene la baja temperatura, el frìo. Pero tras el cambio de vida debe proseguir actos firmes y concretos al bien, no al revès. De lo contrario, es porque no hemos vivido el tiempo litùrgico, sòlo nos disfrazamos para la temporada. El frìo del que les hablo es la indiferencia. 
El asunto puede tener raìces profundas en la tendencia humana a la violencia. Ese desinterès procedente de no ver en el otro a un yo. Sòlo a un “otro”, igual a mì mas no en dignidad. De ahí que la  palabra “hermano” sin el interés firme y concreto queda hueca. Este narcisismo de las diferencias como dice Freud, provoca hostilidad. Que en el mejor de los casos se traduce en indiferencia. Ignorar al otro de manera intencional se entiende como un homicidio ètico. 
A la pregunta de Caìn habrìa que decir un “sì” rotundo, somos responsables de nuestros hermanos. Valièndose de ahi el precepto del amor  es mejor entendible. Cuidar es proteger, defender, ayudar, en la medida de nuestras capacidades. Nos fijamos tanto en lo vano que despreciamos lo humano. Prostituimos y nos prostituimos en base utilitaria. Habrà quien diga que el comunismo tiene razòn al pretender abolir la propiedad privada como causa de la hostilidad, pero es una ilusiòn, pues la agresividad viene de la miseria humana, la carencia de saberse y sentirse amados por Dios, no sòlo por las criaturas cercanas. La generosidad, en cambio, es fruto del amor. Por sus frutos les conoceràn. Ese pensamiento comunista quiere instaurar en la mente pobre el criterio de materialismo dialéctico, no el de humanismo cristiano. Así se genera la polarización. 

La indiferencia se traduce desde la hostilidad que nos hacemos a nosotros mismos, es la bùsqueda por la felicidad aparente, dejando en el olvido los medios de la verdadera felicidad. La solidaridad en actos concretos y como decisiòn firme al amor es un camino acertado. Sin sacramentos no hay comuniòn, sin Cristo no hay Iglesia y sin el pròjimo, no hay viña. Lo que se hace por Dios es atravès de amar y servir al pròjimo.

Josè R. Mendoza, OP


miércoles, 29 de noviembre de 2017

Breve reseña sobre la pelìcula “Extraordinario”


Basada en una novela Bestseller, la pelìcula ofrece al auditorio algo mucho mejor que lagrimeo, nos muestra distintas caras de la misma moneda. No habla sòlo de la vida de un niño que sufre sino también, en còmo toda la familia sufre, acoge, acompaña y se vuelve fuente de dicha para ellos y los màs cercanos.

El fundamento es el diàlogo, silencio y escucha. Atravesando los azares de este mundo, unidos los van superando, solidarios entre sí. La pelìcula ofrece un bello ejemplo y una perspectiva de como acoge, quien sufre una dolencia, el mundo que lo agrede, en como se puede ser dulce cuando otros no lo son. A mì, me molesta como la gente me preguntaba por mi estado de salud pero màs bajo la curiosidad que con la ayuda solidaria. En ocasiones hacemos daños con la lengua aùn creyendo que hacemos un bien en dizque mostrar interès. Soy fiel partidario en que calladitos nos vemos màs bonitos.

Pero el que sufre puede gozar de una mejor visiòn del mundo real en comparaciòn a quienes no padecen lo mismo, y piensan en que el pobrecito es uno. La compasiòn y la làstima no es lo mismo, ni cercanamente. 

No soy experto pero recomiendo la pelìcula, sobre todo de verla en familia, y con varios pañuelos desechables.

Josè  R. Mendoza, OP

La hipocrecìa de ayer y ahora

 "Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir." (Lc. 21,1-4)



El Evangelio de hoy tiene mucha concordancia con las lecturas del dìa de ayer, Domingo. Nos habla sobre dar en lo humano, no en presumirlo. Podemos caer en la loca idea que adviento es para lo netamente religioso, y si es importante, pero en la jerarquìa de verdades jamàs una devociòn estarà por encima de la liturgia. Y la liturgia propia de este tiempo nos manda a la penitencia mediante las 14 obras de misericordia. Eso serìa lo verdaderamente religioso, sin despreciar La Corona de Adviento, que nos une (religare) a Dios. 

Màs allà de dar lo que nos sobra, o contabilizarlo, hagamos un recuento de nuestras actitudes humanas para con nuestro pròjimo. El que està adentro y afuera de la casa. 

Incluso, en còmo me he tratado a mì mismos durante el año, si de manera desmedida o con lo apropiado en la razòn del acto mismo. La desproporciòn consumista en que se vive durante el adviento es reflejo de lo impreparada que està nuestra fe. De lo poco formados en la Veritas, aun cuando seamos “catequistas o con promesa perpetua”. De no reflejarse con actos concretos de misericordia en lo humano, bien dice Santiago, es porque no tengo fe. 
La Iglesia con la liturgia nos prepara a vivir el tiempo mayor de la Navidad, que aùn no es.
Pidamos al Padre con fervor, para que esta preparaciòn a la dulce espera, nos llene del propòsito firme de la conversiòn. 

El dominico ha de ser crìtico y propositivo. No un hipòcrita en blanco y negro. 

Josè R. Mendoza, OP








miércoles, 22 de noviembre de 2017

Comentario sobre El Malestar en la Cultura. 1a Parte.


Me he dado a la labor de estudiar un poco a este personaje tan famoso en el mundo de la psicología, Sigmund Freud. Su ensayo, El malestar en la cultura, devela mucho de sus criterios y la tan afamada metodología propuesta por él, la maximizaciòn de la sexualidad como método asertivo para la felicidad. 
No pretendo psicoanalizar a Freud, más bien, ordenando sus ideas en el entramado de la vida emocional, buscar la verdad y encarar la realidad. 
No es ningún secreto que nuestra sociedad actual está cada vez más despistada de lo importante. Entre luces y el bullicio vamos haciendo catarsis de nuestras faltas morales y emotividad desquiciada. El asunto es que no sabemos darle nombre u orden a las cosas.

Divagamos entre mil cosas para justificar la vida y creernos felices.

La felicidad, creemos alcanzarla mediante cortos lapsos de tiempo condonados con ciertos artilugios como el consumismo, las sustancias intoxicantes y los momentos de placer. Para Freud, estas son las partes de un método infructuoso en la obtención de la felicidad. Su tesis se viene abajo cuando pretende que la religión, o bien los valores y virtudes cristianos, dado que desconoce falazmente de ellos; son directamente responsables de la “insatisfacción social”. Asume que la negación de uno mismo y el rito penitente son un atentado a la felicidad, dando como gran solución un método orientado a la vida sexual como albacea de la felicidad.

Poco o nada alude sobre los sentimientos y el orden de estos en la vida madura de la persona. Conocerse uno mismo, valorar los momentos y las aptitudes precedentes al acto.

En esta primera parte deseo dejar un poco esclarecido el asunto sobre el criterio anti religioso de Sigmund Freud claramente expuesto en su ensayo “el malestar en la cultura”.

Sobre el criterio, que cada uno se lo haga, siendo así lea y analice con la razòn y a la luz de la moral cristiana. Mi trabajo queda satisfecho conforme a que cada uno deguste (Sabiduría) las cosas de lo Alto.

En la 2a parte, analizarè los sentimientos en este proceso de conocerse uno mismo. Dirà alguien, “no escribió nada, no dijo nada”, bueno, es que la parte màs importante la hace el lector al investigar e ir en búsqueda de la verdad, yo hago mi parte dejando pistas.

José R. Mendoza, OP

martes, 7 de noviembre de 2017

EL RELATIVISMO DISFRAZADO DE DIÁLOGO. REMEMBRANDO EL DISCURSO DE MONTESINOS.

El siguiente artículo está dedicado a nuestros seguidores de la fanpage, le recomendamos su reacción con comentarios a nuestros artículos publicados aquí.
Inicio el presente artículo recordando a Benedicto XVI, entonces Cardenal, en la homilía de la misa “pro eligiendo pontífice”, advierte que el Relativismo: “Es como un pulpo, extiende sus tentáculos procurando abarcarlo todo” (la dictadura del relativismo). Es una realidad en  la que muchos espacios pastorales han quedado sumergidos, ha ganado terreno en el pensamiento de muchos  laicos dominicos con promesa temporal y perpetua. Cosa que a nuestros novicios más consientes causa asombro, y no es para menos, pues estos gozosos de la gracia de la predicación, resulta que promulgan un sincretismo y tendencias ideológicas. En un afán por el dialogo, hemos podido caer en el desuso de la argumentación racional.
Un laico ha recibido su dignidad desde que fue creado por amor, pensado por Dios para ser feliz y autèntico en conocer y perseverar en la verdad, nacido desde las aguas bautismales, el cristiano debe vivir coherentemente y mantenerse en la gracia atraves de una vida sacramental.
Según Platón, el dialogo trata de la búsqueda de la verdad, parto entonces del discurso de montesinos, 21 de diciembre de 1511, advierto que nuestro ideal no está intencionado a ganar discusiones si no encender el lumbral de la verdad, semejante a nuestro Padre Sto. Domingo de Guzmán en su dialogo de la taberna de Tolosa, buscando la conversión del dueño del hospedaje, con el cual trabajo toda la noche, procurando su conversión dilucidando la verdad atraves de un dialogo autentico. (La misiòn)
No tengamos miedo de dialogar, la principal debilidad del pensamiento relativista es carecer de argumentos serios. Se ataca el error no al errado, corregir al que se equivoca es una obra de misericordia.
En el dialogo se conoce de cerca la postura del otro y se expone la propia, bien lo decía Sócrates conócete a ti mismo, en dialogo deben presentarse argumentos serios y bien documentados, no debe ser improvisado, sino bien organizado, no debe apoyarse en ninguna falacia egocentrista: “como usted es humilde debe darme la razón o yo soy laico consagrado por lo tanto usted debe darme la razón, yo soy consagrado (Promesa perpetua) y usted no, por lo tanto la verdad es lo que yo he planteado”; la vana presunción, mi hermano, también es peldaño para ir al infierno, es fácil caer en contradicción, pero, ¿estoy hablando de la verdad de Jesús o de mi verdad?, porque de ser así, mi verdad no tendrá contradicción por que todo es a mi manera, ser laico dominico con promesa no es un privilegio de categoría, es una responsabilidad, la verdad por la que el dominico pone la cara debe estar respaldada por una verdadera formación humana, doctrinal, en obediencia al magisterio, para ello se debe orar, estudiar, contemplar y tener vida fraterna congruente. Lo que tú y yo presentemos como verdad pesa en la eternidad y de eso daremos cuentas.
El discurso de Montesinos ofrece un despertar de la conciencia de la época; se entiende por las agresiones contra la dignidad de los indios, quienes se han de ver como Hijos de Dios y personas humanas. La dignidad no estaba marcada por tener o no sangre española, sino porque habían sido pensados en el amor de Dios y elegidos para él, desde el relativismo este dialogo hubiera terminado en simpatía nada más, la visión de Montesinos no es ganar estatus delante de los conquistadores, si no denunciar una injusticia, lo hace atraves de la razón por lo tanto es de contenido doctrinal.
Bien lo dice san Juan Pablo II en la introducción de Fides et Ratio:
“La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y en definitiva, de conocerle a Él, para que conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo.”
Montesinos hace preguntas claras, directas a la conciencia, no adolece de ideologías. Un laico dominico debe saber plantear argumentos serios, no debe caer en mentiras ni pensamientos de la corriente relativista, no debe recurrir a la carta de la autoridad: “porque soy dominico y tú también, debes aceptar lo que yo digo es la verdad”, bien lo decía Gandhi: “deja que tu luz resplandezca sin opacar la del otro”, el dialogo autèntico del dominico debe estar cargado de criterio, humildad y obediencia a la revelación y el magisterio, nos lo dice la regla de las fraternidades laicales dominicanas “el laico dominico es humilde, depende de Dios, acoge y ama como mandato de Cristo, es afirmativo también decir que estudia, contempla, es capaz de dialogar, de comprender y comprenderse, busca la satisfacción suya y de los demás.”
Montesinos lo plantea así:
“La dignidad del Hombre le viene de su creador, porque todos los hombres tienen la misma dignidad de criaturas a su imagen y semejanza.” (Martino, 2004)
El corazón indica en definitiva, las facultades espirituales propias del hombre, sus prerrogativas en cuanto creado a imagen de su Creador: La razón, el discernimiento del bien y del mal, la voluntad libre (II, 1995). Cuando escucha la aspiración profunda de su corazón, todo hombre no puede dejar de hacer propias las palabras de San Agustín: “Tú  lo estimulas para que encuentre deleite en tu alabanza; nos creaste para ti y nuestro  corazón andará siempre inquieto hasta que no descansen ti.” (agustin, 661).
Él le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. (Sn. Mt 22,37-39).

La autoridad debe reconocer, respetar y promover los valores humanos y esenciales. Estos son innatos pues derivan de la verdad misma del ser humano, expresan y tutelan la dignidad de la persona. Son valores, por lo tanto, que ningún individuo, ninguna mayoría ni ningún Estado nunca pueden crear, modificar o destruir (II, 1995).
Montesinos busca el dialogo con los conquistadores, defendiendo la verdad de la dignidad de los indígenas, busca la justicia a través de la razón, sin caer en falacias mal argumentadas. Si has encontrado faltas, dime cuales, es a lo quiero llegar.
Para construir un verdadero dialogo debe existir claridad, coherencia y argumentos fundamentados y documentados, no se trata de hacer ensalada de temas hundiéndose en el relativismo, camino muchas veces asfaltado por nuestros hermanos protestantes.
En una conversación se pueden enriquecer el lenguaje y el conocimiento, mas en un dialogo se maduran y cultivan criterios firmes.
El dialogo es un arte, si encuentras error en mi postura con gusto esperare escuchar tu argumento serio y veraz.

 José Roberto Miranda, OP                         Elmer Ismael Rodríguez, OP

BIBLIOGRAFIAS:
- Fray Bartolomé de las Casas O, P. “Historia de las Indias libro III, selección cap. 3-5.
- Fray Gustavo Gutiérrez O, P “EL Sermón  de Antonio Montesinos”.
- Regla de fraternidades laicales Sto. Domingo de Guzmán.
- Juan Pablo II “Fides et Ratio”.
- Renato Raffaele Martino “Compendio de la Doctrina social de la Iglesia” 2004.
- Juan Pablo II “Evangelium vitae.
- “Confesiones de san Agustín 661”.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Por la puerta angosta

Hoy toca hablar sobre un santo muy particular, todos lo son pero en este caso, atrae miradas de grandes y pequeños: Fray Martín de Porres. Invito al lector a buscar y leer la biografía de nuestro amado mulato. No trata de eso la breve exposición que haré. 

En la vida de la Orden de Predicadores tenemos una riqueza de santoral impresionante. Somos la orden que más santos ha regalado a la Iglesia, bueno aunque faltamos nosotros. Pero sobre este mulato hay cosas maravillosas que decir sin que haya escrito grandes tratados, por ejemplo, su amor a la escoba. No a un instrumento, sino al medio para su vida humilde, medio para el servicio. Debo tomarlo a ejemplo pues, mis bienes, mi oficio en la orden y la propia formación son eso, medios para servir a otros, de suerte que nos santificamos santificando según dice la Regla. 

Pero Martìn va màs alla, el celo por la verdad característica en su praxis de la caridad. Vive en el silencio pero no callado, sino humilde. Debo aprender mucho de èl. A servir a mis hermanos y agachar la cabeza ante Dios. Así, mi dicha es servir, amando a Dios en mi prójimo. 

Finalmente y no menos importante, la obediencia de Martìn. Obedece por amor en el amor. Eso quiere decir una vida interna equilibrada. No veamos a este santo como si se tratara de un ignorante dada su condición social, al contrario, es un gigante ante nuestra presunción social. 

Les dejo un presente en todo mi afecto.
Señor Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches nuestros ruegos.
Renueva, te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra alma.
Así sea.
José R. Mendoza, OP

miércoles, 25 de octubre de 2017

A Dios lo que es de Dios

Esta misma disputa se da en el mundo de hoy, elegir el bien es buscar aquello que nos perfecciona, ir en pos de Dios. El Cèsar representaba los poderes político-econòmicos de aquel tiempo. Lo cèsares de hoy son similares. Podemos perder de vista lo meramente importante por ir buscando el viento, el soplo, la nada; segùn nos dice Qoèlet. Vanitatis vanitatum et omnia vanitas. 

Considero que si no edifica, no vale la pena. 

Las estructuras deshumanizadas se instituyen con sus legalistas pretensiones de control de las conciencias, es querer atar a Dios por decreto. Un cristiano formado en principios morales y maduro en su fe, no requiere màs lìneas que los Preceptos Divinos, y sabrá adaptar segùn estos los diversos ámbitos de su vida, por los méritos de su bautismo. No significa que no obedezca, simplemente que no sigue cualquier bobada.

Dios es Septiforme, es decir, pleno en su diversidad. Ha creado al hombre en serio, no en serie.

La política y la economía deben estar orientadas al bien comùn, de todos a partir de cada cual. No es cuestión de mayorías sobre minorías. Desde ahí los preceptos serían disgregadores, evocando al diabolòs (que divide). Integrar, en la Iglesia, se logra cuando reconocemos la dignidad del prójimo. Y sì la persona es madura, sabrá vivir acorde a lo que ha optado. Hay que apostarle màs a una formación integral sistemática que a legalizar la ignorancia.

Al Cèsar lo que es del Cèsar y a Dios lo que es de Dios.

José  R. Miranda, OP


martes, 17 de octubre de 2017

Da limosna de lo de adentro y así lo tendréis limpio todo

¿Damos de lo que tenemos, damos lo que podemos, damos con medida? El mismo verbo nos indica dar, donar, entregar. Pero no basta con el dinero, con pan y chocolate. Dar con menosprecio, despectivamente, son dos formas de ofender al pobre y al necesitado, otra es el despilfarro. Buscar tener o codiciar más de lo que necesitamos o bien, creemos necesitar; ir por la fantasía “del buen vivir”. Esto es insensatez. 

La solidaridad y subsidiaridad son elementos del dar. Pero no está en el que sino en el como. 

¿Quién màs pobre y necesitado que el pecador?, ¿y, acaso no somos todos pecadores?. 

Aceptar y corregir. Como Dios, quien nos ama, nos acepta y nos corrige. 

El desprecio o menos precio hacia mi prójimo, es porque ha atentado contra mi esquema de vida perfecta. Entonces, yo sugiero que todos contemos nuestras penas y porquerías y luego veremos la reacción del público. 

Orar por todos, los pecadores y los que no se creen pecadores, ese oficio nos da Dios. 

En conclusión, dar de adentro es dar con y por amor, buscar y corregir, enmendar y devolver bien por mal. Vivir cristianamente la caridad. 

José R. Miranda, OP.

viernes, 6 de octubre de 2017

Los guetos, la soledad y solitariedad.

El estar aislados de la realidad; sustraídos en nuestros mundos, olvidando la necesidad y urgencia de católicos en el mundo temporal. Esto es un gueto. Culturalmente hablando, cuando se pretende que el laico sea el "resuelve todo" y no abordando los temas de impotrancia en relación a la acciones pastorales. 
Estoy de acuerdo en que, se ayude a la madre Iglesia, es un deber de todos sus hijos. Pero no en que se aprovechen de ello. Fomentar el movimiento de los laicos hacia temas de ìndole familiar, educación emocional y vida espiritual, es màs que un discurso político post guerra. 

Se denuncia el pecado, se anuncia la salvación. El resto cae por su peso, no al revès. De generar una conciencia en los laicos sobre el deber e importancia de la generosidad con la familia y la religión, nos hace hijos que no necesitamos tener turno en la parroquia por cualquier cosa, ya los atrios en algunos templos parecen el mercadillo central. A esto se le llama "consumismo religioso". 

Hay que generar fondos, de acuerdo, pero no para convertirnos en mega parroquias sino para dar la atención adecuada a los feligreses. De poco vale un templo bien pintado si hay que ir a rogar por que me den la confesión. 

Aplaudo a los sacerdotes que están prontos por sus hijos espirituales. Y a los laicos, que comprendiendo su dignidad, son generosos con la Iglesia. 

La humanidad necesita gente mejor formada, màs educada en casa, en familias estables y con calzado, alimento y menos de "buenas opiniones". 

Los laicos, sobre todo si sos dominico, en gracia de Dios y con el auxilio de Maria Santísima, seamos la respuesta a las oraciones de tantos hermanos que viven en abandono y soledad. Distintas clases de abandono y soledad.

José R. Mendoza, OP

Ver el siguiente enlace:
http://www.saludterapia.com/articulos/a/2267-soledad-solitariedad.html

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Sobre la santidad de los laicos

La santidad no procede por mérito nuestro sino de Cristo, así se entiende el Dogma de la Inmaculada Concepción de Marìa Santìsima, que fuera concebida sin pecado original. En la concepción pasiva, segùn explica el dogma, ella fue preservada de toda mancha por la gracia. Con esto se explica el saludo del ángel a Marìa: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc. 1, 28).

Parece cosa fácil, pero no saber nos lleva a un fanatismo religioso. Una cosa es tener devoción popular, si es Cristo a la cabeza, y otra el fanatismo de las tradiciones con minúscula sin esclarecer razones. Ni fundarse en ellas. Peligros actuales son el secularismo y en fundamentalismo.

La santidad es el resultado lógico de Cristo actuando en nuestras vidas, si nosotros lo dejamos. Dios no violenta la libertad de nadie. Antes que pedir nos libere de un pecado hemos de buscar las razones,  raíces màs bien, de dicho vicio y combatirlo con toda nuestras fuerzas; Luego sí pidamos al Señor que nos ayude con su gracia para rechazar al mal. La tentación ahí estarà, pero no mi voluntad a su favor. Por tal razón dijo a Pablo "sòlo te basta mi gracia", Si le quitò o no la "espina", eso no los dice la lectura. 

Nuestra santidad procede del Hijo, y sus frutos "por los cuales les conocerán", van unidos a nuestro empeño en ser cada día màs y mejores cristianos. 

En el mes venidero, Octubre, celebraremos a la Vìrgen del Rosario, valdría la pena si en verdad nos decimos "marianos", ahondar en los dogmas de la Iglesia sobre Marìa. No nos suceda como con las iconografìas, las admiramos por su belleza, pero no sabemos ni una migaja màs. 

Sobre los dogmas marianos:
- ¿Cuántos son?
- ¿Cuales son?
- ¿En què consisten? 
José R. Miranda, OP


sábado, 23 de septiembre de 2017

No se vale hacer leña del àrbol caído

En el caminar de la vida todos nos equivocamos y todos nos necesitamos, aunque no siempre sintamos total empatía. Palabras bonitas no aminoran el hecho de la distancia ni el dolor por los problemas, una palabra calidad no requiere florecitas. En el cuerpo, la sangre calienta al organismo, este proceso se da mediante la combinación del oxígeno y la sangre, con la ayuda del elemento Hierro. 

Aplicando a la vida la escuela que nuestro organismo nos da, no por coronas de palabras sino por la cercanía, mezclada con oración y la Veritas, se forjaron amistades sinceras. Los medios y redes sociales nos facilitan lo primero, cada quien es libre de lo segundo y es deber de todo bautizado conocer lo tercero. 

Quizàs sea poco afectivo pero no soy de los que reparten abrazos sòlo porque sì. Piènsolo dos veces si sè que la persona me hay faltado a la dignidad; Cristo exhorta a dejar pasar las ofensas de los demás, no a ser hipòcritas. Hemos de hacer fuerza a nosotros mismos, no para alimentar resentimientos sino para orientar nuestra vida emocional al bien común. Pero esto sòlo se hace desde el interior con la siempre presencia de Dios. 

Pienso en muchos de develan sus frases aprendidas sin tomar en cuenta la unidad sacramental. Es porque, la unidad no se da por nuestra veleta emocional, sino por los pensamientos y sentimientos de Cristo. De ahí el don del servicio. Quien verdaderamente ama, sirve a sus hermanos con los medios que tiene a su alcance. 

Finalmente, agradezco a quien se toma el tiempo de darme palabras afectivas, pero me reservo a mi criterio examinarlas. Y es porque yo jamás me creo todo lo que me dicen sin antes ver de quién procede. Para quien me busca reciba un afecto sincero con palabras honestas y asistencia certera desde mi limitancia. 

José R. Mendoza, OP

jueves, 7 de septiembre de 2017

El síndrome de la Dona

Bueno, no pretendo criticar los gustos de nadie; pero sì a la tendencia consumista, que es una ofensa contra Dios y el pròjimo. Para acentuar en la verdad es necesario quitar las telarañas del relativismo. 

Septiembre es mes del a 2x1, sabemos en dónde. 

Largas Colas de personas humanas, con una exagerada necesidad por esos dulces. cabe decir que no todas son para el consumo personal, muchos probablemente, surten a alguna tienda o negocio propio, le suben unos centavos y sacan ganancia. Bonita manera de hacer negocio envenenando a los demás. 

Pero la dona nos ofrece una metáfora que describe a la sociedad contemporánea, adicta al celular, las redes sociales, a todo menos estudiar, orar y saber contemplar, que no cultiva las relaciones humanas ni los valores morales. Todos nos "creemos buenos", válido para agradar a los demás pero no a Dios, sòlo "pasando por este mundo haciendo el Bien" podremos decir que hallamos la felicidad.

Semejantes vidas están "llenas de todo", afanados por lo menos importante, inconscientes para actuar ante la realidad. En fin, ¡Una vida muy dulce!, con el relleno de la felicidad comprada. Al centro, personas sin sentido, carentes de Dios. 

¿Es bueno tener un celular, comer repostería, leer las redes sociales? pues, media vez no te aleje de la Verdad, no te impida "Amar a Dios con todas tus fuerzas, con toda tu mente, con todo tu corazón, y al prójimo como a tì mismo" (como cuando no prestas atención a la persona por ver la pantalla cada 2 seg.), a "no faltar a las fiestas de guardar", que no te impida "honrar a padre y a madre", no te lleve al acto de "robar" (sea dinero o el tiempo dedicado a tus obligaciones por distracciones que bien pueden esperar), mientras "no te sirva para fornicar o cometer adultero, mentir, codiciar los bienes ajenos o cultivar el odio hacia los grupos de personas no afines a tu querer y pensar"; ¡perfecto!, no podría ser pecado segùn la ética moral cristiana.

Pero no buscar la verdadera felicidad que esta en Cristo, por creer que este mundo la ofrece en las "ofertas", a parte de ingenuidad, sería un pecado por omisión.

La siguiente parte esta en los grupos laicales, que no hacen más que vivir enclaustrados en 4 paredes. De acuerdo, lo pastoral es de valor indispensable para el hacer de la Nueva Evangelización. Sì, pero una pastoral forjada en la oración, el estudio de la Palabra y las enseñanzas del Magisterio. No se puede realizar ninguna labor apostólica sin la debida formación. 

Un saludo fraterno y de cercanía a vosotros, cuya vida gira en torno al don del servicio y en la búsqueda incansable de Dios. Les animo en el Señor Jesùs a permanecer y perseverar. 


José R. Mendoza, OP








miércoles, 2 de agosto de 2017

Renovación promesa laical

Con suma alegría renovamos promesa temporal el 22 de julio de 2017, fiesta de Maria Magdalena, patrona de la orden. Firma el acta fr. Cristobal Mèndez, designado por el superior de la casa. 

Firma fr. Federico Gonzàlez, asesor de la fraternidad. 

Firma Elmer Ismael

Promete Francisco Vargas

Foto oficial

Promete Luis Chacòn Rivera

Promete José Roberto Mendoza

Con el auxilio de  Marìa Santìsima y acompañamiento de Sto. Domingo de Guzmàn, Sta. Catalina de Siena y nuestros santos protectores: Sto. Domingo Tuoc, Marie Poussepin, Sn. Pio V. 
Con la ayuda de Dios y de ustedes... prometemos.

martes, 1 de agosto de 2017

Y tù, ¿què promesa tienes?... ¡Vanitas vanitatum!

Y tù, ¿tienes promesa temporal o perpetua? este comentario sería tal si me preguntaran ¿te bañaste hoy?. 

¿Cuál es la intención? ¿establecer líneas, parámetros, elite? Cuando yo hice mi promesa y la renové, ciertamente había una comunidad presente, pero elevando mis ojos al Cristo crucificado y ante las autoridades de la OP, dije: "prometo vivir bajo la Regla de Seglares de Sto. Domingo de Guzmàn". 

La promesa se hace a tìtulo personal, por eso es individual. La duración a un año o perpetua, lo cual serà a su debido tiempo, no es asunto del resto. Ya que quien se compromete he sido yo. Y si no vivo mi compromiso, aunque no incurro en pena moral, me veré expulsado de la orden por mi propia mano. Al que van a expulsar es a mì, no creo que los que andan averiguando mi vida protesten ante el provincial. 

Esta tentencia entre algunos Laicos de la OP en nuestra provincia de Sn. Vicente Ferrer, es de mal gusto. De cierto que, nos sentimos alegres y agradecidos con Dios por aceptarnos en la orden pues es su deseo darnos la gracia de la predicación. Lo que, a su vez, conlleva responsabilidades y derechos. Yo, ante la pregunta "¿qué promesa tienes?", diría, "te contesto pero primero coméntame, ¿qué parte de la Sumna Teológica de Sto. Tomàs de Aquino estudias, o bien, primero reflexionamos el evangelio del día y luego te digo".

Es una soberana insensatez poner la carreta adelante y los bueyes atrás. Elegí la orden por que quiero estudiar y pensar libremente, bajo la libertad de los hijos de Dios. 

No puedo sugerirles a estos hermanos, como si fuera una reflexión fraterna, pues no estoy aquí para eso; debo decirles desde la Verdad: "¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?" (Lc. 6, 41).

Jurídicamente hablando, poseer promesa perpetua, tiene peso y fuerza segùn las disposiciones propias de los documentos de la orden ante tal o cual cargo u oficio a ocupar, designado por nuestro Provincial. El nivel y respuesta de mi compromiso ante Dios y la comunidad es asunto de mi respuesta de fe a Dios. Si la Regla establece que sòlo aquellos "maduros en la fe" ingresan en la orden, entonces, debiéramos dejar de hacer este tipo de averiguaciones detectivezcas que no es para eso que somos dominicos. Peligroso y estamos dejando de vivir los pilares, ahí en las periferias diarias a que se nos envía. Al fin del día, con o sin promesa "X", dominico no fui.

Hagamos un examen de conciencia sobre como vivimos la promesa, cualquiera que sea, si somos coherentes entre lo que digo que soy (dominico), la manera en que vivo (posiblemente relativista, ¡ojalá y no!) y las exigencias de la Regla (si es que la poseo y leo), y luego, ante el Santísimo Sacramento del Altar, tendrè material suficiente de conversación.

José R. Miranda, OP




sábado, 8 de julio de 2017

Poner los puntos sobre las "i".

En una era casi regida de la OPINIÒN PERSONAL como DOCTRINA, defender y anunciar la VERITAS es tarea de valientes, estudiosos de la Sana Doctrina y conocedores de su entorno. No podemos ni debemos caer en la tentaciòn, si en verdad somos DOMINICOS, que es mejor simpatizar, no caer mal y terminar negociando con lo que no es nuestro. Pues la fe nos ha sido dada en depósito. 

Muchos son personas de bien, amorosos, comprensivos, buenos cristianos. ¡Gloria a Dios!, pues en verdad Dios está en ellos. Pero para los dominicos, el estudio no es opcional. 

Tomemos en cuenta las heridas del pecado original, una muy grave de las tres descritas en el CEC es la ignorancia. La ignorancia es fuente de violencia y errores. 
Un amigo me narraba en como, leyendo las Escrituras, y sin previa preparaciòn, despertò en su alma la necesidad de Dios. Luego, se ha dedicado a profundizar en el conocimiento de la Verdad. Por lo que, leer la Biblia, no basta. 

Es como leer una indicaciòn que dice "No Estacionar", y aparcar en ese lugar. Veamos como la falta de seguir indicaciones es a causa de la pobreza mental. Y porque la inteligencia que se nutre del conocimiento serà capaz de analizar mejor las situaciones que se le presentan. 

El relativismo ha penetrado incluso en los ámbitos de formaciòn; nada tiene de nuevo ni nos asuste este hecho puesto que sabemos como en los primeros siglos, los herejes, fueron precisamente ministros católicos creyendo entender la Revelación. Sin prejuicios, nosotros hemos visto la película terminada, a ellos les tocò comprenderla. Eso no resta importancia a que en nuestro entorno debemos saber, aprender, instruirnos, en síntesis, dialogar en la Verdad. Cuando quiera oír tu opinión personal te preguntaré: ¿Qué película vemos? ¿Café con leche?, etc.

La importancia. Tener almas libres capaces de iluminar la realidad no serà posible en conciencias deformes, cuyo síntomas son el "depende" y que mañana, tarde y noche pregonan el "yo opino". El estudio va acompañado de la humildad, hijos de Dios insuficientes por sì mismos, y por lo que se mantienen en constante estudio, oración y vida sacramental, en gracia de Dios.

José R. Mendoza, OP






sábado, 22 de abril de 2017

La inculturaciòn católica de los católicos

¡Què dilema!, oìr a católicos en pleno siglo XXI diciendo cosas como "bendiciones", "todos y todas", defendiendo sistemas consumista-socialista, e ignorantes de su fe, de las Sagradas Escrituras, de la Sana Doctrina y de sí mismos. 

Vaya si es un dilema. La diversidad de métodos pastorales, unos màs o menos congruentes en la práctica, han permitido el peligro de la carencia de formación adecuada para los laicos, en donde todos somos agentes de pastoral. Todos y por su bautismo, pero también por ser persona a imagen y semejanza de Dios, son menester de la Nueva Evangelización. 

Esta carencia de discernimiento y la poca importancia que damos a la investigación de las fuentes, ahí de donde hemos tomado la información o bien publicado algunos artículos en Redes sociales, es reflejo de la incapacidad actual de tener ideas propias. Creemos que hacemos lo que queremos pero en verdad sòlo hacemos lo que nos dicen porque nos lo dicen, no cuestionamos. Y cuestionar no es rebeldía. Hacer las preguntas correctas y certeras permite a la persona adueñarse de los motivos que le encaminan a la realización del acto. Debemos estar convencidos, porque quien no se conoce a si mismo ni al objeto formal de su amor, pierde el sentido de lo que hace.

"En la teología hay elementos de verdadera argumentación. Es imposible he inútil pretender reducir la teología a los modelos de producción, eficiencia y bienestar a que nos ha acostumbrado la ciencia moderna" (Fray Nelson Medina, OP)

La mala broma es que muchos de estos son catequistas de sus comunidades. Pero, ay de quien se atreva a corregirlos. Ese será tachado de intolerante.
Hemos de aprender a vivir como católicos, a hablar como católicos, no sòlo vestirnos como uno. Cuando no entendemos, desconocemos nuestra verdadera dignidad, nuestro estado y la realidad de mi pecado personal, el resultado es personas despistadas. Fraternidades laicales con actividades propias de cofradías, dirigentes con alardes de abad, una pobreza filosófica y ausencia de reflexión teológica. Al grado máximo de desconocer la Regla misma, entonces, ¿Qué valor tiene una promesa si se desconoce la materia de lo que se promete?

De nada nos sirve llenarnos de medios si carecemos de fines (Fray Nelson Medina) 

Palabras como "Revelación", "Depòsito de la fe", no debieran ser un misterio para un catòlico.

Por ende, antes de ir por ahí coleccionando buenitis y viviendo de "sentir bonito", mejor es conocer tu fe. Aprovechas tu tiempo, das sentido a tu vida y te oirás màs interesante en las conversaciones pastorales.

No deseo agraviar a nadie, sòlo no confundamos la inculturacion con la pérdida de nuestra
identidad católica.

José Mendoza, OP