Comentario del Evangelio de hoy

Sn. Marcos 7, 31_37

"Efatà"

Y enseguida se le abrieron los oìdos y se le soltò la lengua, y empezò a hablar normalmente. ¡Curioso!, este  hombre necesitaba de Jesùs para la escucha y el habla. Muchos que dicen oir y presumen hablar en el nombre del Señor, no necesitan a Jesùs, porque no se asumen a su Santa Iglesia. Una sòla palabra proferida por Cristo bastò para que sucediera el milagro... a la orden de "àbrete", el cielo se abrió para el hombre. Y recobrando la normalidad, porque para muchos estar enfermos del alma se les hace normal, pero necesitamos de la Palabra que brota de la boca de Jesùs, de su Iglesia, para quedar verdaderamente sanos y entonces proclamar el año de la Gracia_ Los cautivos por el demonio quedan libres, los ciegos ven, los sordos oyen, lo mudos hablan y los cojos caminan. El dìa en que brota la Palabra y los sordos oyen y los mudos hablan Palabra de Dios, es el Dìa del Señor. Porque grandes prodigos acompañan a la Sta. Iglesia Catòlica.

Josè Miranda, laico dominico