domingo, 1 de febrero de 2015

Comentario del Evangelio de hoy

Sn. Marcos 1, 21-28
“Càllate y sal de este hombre”.

La autoridad con que Jesùs nos habla, procede de su relaciòn íntima y del conocimiento profundo que tiene de sì mismo, de ser Dios verdadero y hombre verdadero. Los escribas, en cambio, hablaban sin màs que teorìa. El testigo dice lo que vio y lo que vive. Es fiel y coherente. Para nosotros los bautizados, esta autoridad la tenemos cuando decimos, según lo que enseña la Iglesia Católica, el contenido de La Revelación  en la Divina Tradición, las Sagradas Escrituras y en conformidad al Magisterio. El predicador que desea tener la autoridad y hablar conforme al mandato del Señor, ir y enseñar, lo harà debidamente formado, en oración constante y con una predicaciòn encarnada en la realidad. De lo contrario se queda a simple “Académico de la fe”.

Josè Miranda, laico dominico




No hay comentarios:

Publicar un comentario