Comentario del Evangelio de hoy

Sn. Marcos 8, 1-10

“¿Cuàntos panes tienen ustedes? Ellos respondieron: siete”.

Jesùs se compadece de las necesidades de sus seguidores. No nos abandona. Se preocupa por nosotros, por nuestro caminar. Y pregunta a sus apóstoles si tienen algo que comer para darles. Los apóstoles u obispos, son los dispensadores de la gracia que emana de Cristo. Y así por ellos los sacerdotes. En la Iglesia actúan hombres, para servir a sus hermanos, otros hombres, que tienen muchas necesidades y se desgastan en el caminar de su vida. La Iglesia y los pastores nos acompañan para no salir en vano, siendo así que, luego de vivir la misa, glorifiquemos a Dios con nuestras vidas. 

Otro elemento importante de esta reflexión, es pensar en los demás. Sacrificar ante el altar el sacrílego idolàtrico del “super yo”. Hoy que pasamos por una crisis ètica, en donde nos olvidamos cada vez màs de los demás, tenemos que humillarnos y decir con Sn. Miguel: “Quis us Deus” (¡Quièn como Dios!), solo Dios es Dios. Y al hombre le toca alabarlo y glorificarlo en el servicio que damos unos por otros. Por otro lado, Satàn y sus seguidores dicen: “Non servian” (¡no servirè!), yo quiero, yo disfruto, yo, yo, yo... en esto consiste la crisis ética. 

Jesùs es el Señor, amarè a Dios sobre todas las cosas. Esta es la respuesta de la crisis ética. Ahí donde te mueves, en tu cotidianidad, y no es cosa de votos electorales, sino de héroes en la fe. 

Josè Miranda,  laico dominico.