Sn. Marcos 6, 53- 56
“Y los que lo tocaban quedaban curados”
¿Quedar curados con el toque de Dios?. Sentir ese “tocar los flecos de su manto” y quedar curados, es lo que vivimos en la Confesión. Vamos llegando a la cuaresma, tendremos que preparamos durante 40 dìas con oración, ayuno y penitencia, para asì, no sòlo tocar sus flecos, sino que con fe, celebrar la Resurrección. Es hora de la valentía, salir al encuentro, correr la carrera final. Quedamos curados porque rogamos al Señor se apiade de nosotros, que estamos enfermos por el pecado. El demonio llamado Satanàs nos acusa ante Dios dando nombre a cada una de nuestras ofensas, pero Cristo en la Cruz, da su sangre para redimirnos y, si confesamos nuestros pecados y creemos en Èl, darèmos el paso (Pesàh: pascua) a la vida eterna.
Josè Miranda, laico dominico
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