Sn. Marcos 3, 31_ 35
"¿Quièn es mi madre y quienes son mis hermanos?"
Cuando los sectarios nos atacan con estos argumentos es porque mal leen el texto y, un catòlico deformado, se cree todo menos lo que dice El Magisterio. A la pregunta de Jesùs, que es exhortativa, nos responde de forma sencilla, "El que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre". Es decir, mi familia, mis cercanos, los que estàn conmigo, no en mi contra.
Todo bautizado recibe la gracia santificante y es incorporado a la familia de Dios. Por ende, tiene un llamado a la obediencia, al conocimiento y a la defensa de su fe. Somos pues sus hermanos, no por la sangre sino por la gracia, pero si a precio de su sangre. Vivamos en la confianza y el continuo conocimiento de sus designios, aunque a veces un tanto confusos, siempre son para nuestro beneficio santo.
Josè Miranda, laico dominico.
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