“Eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles”.
Antes del alimento corporal està el alimento espiriutal (La Eucaristìa) y antes de los milagros, esta la colaboraciòn del hombre con lo que ya tiene en su cotidianidad. Por eso, hablar de fe, no es promover fantasías sino un actitud que a diario forja el testimonio. Un pueblo que vive en la ignorancia es semejante a ovejas sin pastor. La obra de misericordia que contrarresta a esta situación se llama “enseñar” la Sana Doctrina y de mano del Magisterio de la Sta. Iglesia Católica.
Josè Miranda, laico dominico.
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